Seguros que la locación de los set de filmación, actores , iluminación y extras no les saldría tan caro los directores italianos llegaron a San Miguel de Tucumán a realizar una película que seguramente los llevará a obtener un Oscar post mortem.
Sucedió el Jueves 14 de Julio de 2011 en la Plaza Independencia.
Pasadas las 20,30 , la Plaza Independencia era una rara “mezcla de desunión individual y colectiva”.
Unos cuantos y muy ruidosos trabajadores de la salud eran escuchados y acompañados por militantes políticos de derecha e izquierda. Oradores trepados en el escenario montado en la esquina noroeste de la plaza alentaban a cantar consignas como “Alperovich Dictador” o “La salud unida jamás será vencida”, otros agitaban banderas de Adiunt, PST, PO, Barrios de Pie, “Jubilados de la, Plaza” entre las más destacadas. Otros de uniformes blanco sacaban sus niños de adentro y hacían explotar bombas. En los intervalos de la eufórica oradora, el conductor del acto leía adhesiones de gremios, políticos y partidos. Los policías de civil y uniformados charlaban, bostezaban o leían sms. Seguramente algunas novias enojadas por la tardanzas.
De fondo una canción con ritmo de salsa que decía “Procura no dejarme”, era intensamente bien bailada por parejas que celebraban el primer aniversario de la Ley de Matrimonio Igualitario. El público aplaudía a estos e insultaba a los autoconvocados que no dejaban de atronar con bombas y descalificaciones para el Gobernador, la Justicia y los funcionarios de la salud. “Un verdadero bolomqui” decía un turista con tonada sureña que intentaba sacar fotos as ufamilai que tenía de fondo a las hermosa estatuas que integran la muestra Argentina de Punta a Punta en el Bicentenario.
Las Madres de la Plaza en silencio daban las tradicionales vueltas siendo ignoradas por los cientos de jóvenes que abrazados y a los besos daban rienda suelta al empuje de las hormonas que se atropellaban agolpándose en sus partes más sensibles.
Miles de argentinos, la mayoría tucumanos pululaban por la Plaza Independencia. Disfrutando algunos, insultando otros. Todo era una gran mezcolanza de individualidades globalizadas ,como en la década del noventa, instalada en el siglo pasado y que costará mucho unirla. Todos quieren lo mejor para si, no importa como. Aun con violencia verbal y gran desidia a esos que enfermos esperan en los ,hospitales que los llamados trabajadores de la salud los atiendan como son : seres humanos.
Luego de escuchar música, insultos, rezos, besos, bombas de estruendo me fui a ver los bares y heladerías cercanos donde sus parroquianos con total indiferencia saboreabanC bebidas, comidas y helados.
Conociendo la idiosincracia de muchos tucumanos no estaba sorprendido de los hechos que estaban ocurriendo. Además seguro eran escenas de una película. Por supuestos con actores no profesionales. Sobre todo los que llevaban delantales blancos, que como buenos "artistas" tienen el ego muy elevado.
Caminando hacia el diario pasé cerca de unos policías, en el papel de extrtas, también insultaban por tener que estar trabajando enfundados en pesada ropa y con una noche de clima tan agradable.
Lo mejor fue cuando me cruce con “Federico Fellini y Vittorio de Sica que hablaban con sus técnicos resaltando lo bien que les había ido en la filmación”. Me pareció que discutían sobre el título para la película. Creo haber escuchado, en medio de las bombas y la música de la Bilirubina que acordaron llamarla “Tucumán” simplemente.
Daniel A. Villalba
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