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AMPLIARQue en Villa Piolín haya represión no es nuevo, que la policía se extralimite, por desgracia, tampoco

Denuncian represión policial en Villa Piolín

Dos personas fueron detenidas en Villa Piolín, acusadas por tentativa de hurto. Según denunciaron los abogados Bernardo Lobo Bougeau y Pablo Giargiulo, ambos sujetos fueron sometidos a abuso de poder. Los letrados exigen la inmediata revisación médica y posterior libertad.

 Que en Villa Piolín haya represión no es nuevo, que la policía se extralimite, por desgracia, tampoco. Esta vez le tocó a Luis Cardozo y Raúl Carrizo, este último herido con tres balas en la pierna.

La situación ocurrió el 7 de julio en Villa Piolín, humilde asentamiento de 3 hectáreas entre pasaje Ernesto Padilla y  San Lorenzo al sur de San Miguel de Tucumán. Allí fueron heridos por la balacera desatada por 50 efectivos de la policía de Tucumán. La señora Amelia del Carmen Cardozo, antigua habitante de la villa, quien se había dispuesto a defender a su hijo, cuando éste era detenido por una patrulla perteneciente a la seccional Tercera. Su hijo, Luis Marcelo  Cardozo, albañil de 35 años,  fue conducido a dicha seccional acusado de tentativa de hurto. Al momento de su aprehensión, se encontraba en buen estado de salud. 

La invasión policial a la villa estuvo caracterizada por el uso de armas de fuego, indiscriminada, incluso hirieron un perro todavía cachorro. 

En la refriega, rechazada a gritos y pedradas por las mujeres del lugar resultó herido en su pierna derecha, de tres balazos, Raúl Maximiliano Carrizo, de 22 años, trabajador de la cosecha del limón (en la Finca "El Ojo", de Alderetes).

La seccional tercera también llevó detenido a Carrizo y labró actuaciones caratuladas de la siguiente manera: "Carrizo, Raúl M. y otro s/tentativa de hurto". Intervino la Fiscalía de Instrucción 1, de San Miguel de Tucumán. En la audiencias indagatorias de Carrizo y Cardozo, realizada en la Fiscalía (que esta sin fiscal porque se jubiló el titular) actúa por subrogancia el Fiscal Carlos Albaca, ambos concurrieron con lesiones leves y graves -en el caso de Carrizo. Cardozo habría recibido apremios ilegales, en su rostro que estaba tumefacto y con rastros de sangre. Ambos detenidos negaron los cargos de tentativa de hurto. Se los acusaba de haber intentado abrir un vehículo que estaba estacionado en un edificio que colinda con la villa donde viven. 

Los abogados Pablo Gargiulo y Bernardo Lobo Bugeau, luego de visitarlos en la Comisaría 3ª, manifestaron "que ningún médico los revisó, a pesar de que en la audiencia indagatoria la doctora Pastor había solicitado se cumpla con una detallada revisación médica. Además la abogada solicitó la libertad de ellos por ser ajenos a los hechos". 

Los abogados se entrevistaron inmediatamente con el oficial de guardia, Gallardo, quien suplía la ausencia del comisario Mario Toledo, quien manifestó "que el comisario estaba haciendo gestiones para trasladarlos a un lugar adecuado a los detenidos". Interpelado por los abogados sobre el crítico estado de salud de los detenidos, el oficial Gallardo se limitó a decir "que serían inmediatamente trasladados, no más allá de la medianoche". 

Los abogados se retiraron a fin de comprar medicamentos y algún alimento para los detenidos, volvieron a los 30 minutos a dejar las proveedurías y el comisario Toledo seguía ausente. La Fiscalía interviniente decidió, recién a ultima hora del 8 de julio,  ordenar la revisación médica, por parte del cuerpo de forenses que se llevaría ayer, primer día de la feria judicial. 

Hacia las 15 del 9 de julio el pronóstico del oficial Gallardo no se había cumplimentado, los detenidos seguían allí alojados. El agente Moreno le expreso al abogado Lobo Bugeau, que a Carrizo lo trasladarían a la seccional 4ª, pero "no sabían donde lo llevarían a Cardozo, porque no hay lugar en las comisarías".

Los habitantes de Villa Piolín, ese día, realizaron un piquete simbólico –con corte de tránsito- en la esquina de Mate de Luna y Ernesto Padilla y expresaron a los abogados que en la zona "no existe ningún tipo de seguridad para ellos, que "la policía siempre actúa con violencia, incluso contra los niños y niñas". Carrizo -cuyo rostro con sangre y deformado es una evidencia de la tortura de la que fue víctima en la tarde del día 7- se quejó ante el abogado "me detuvieron cuando volvía de una larga jornada laboral, pero ahora perderé el empleo porque trabajo por jornal en la finca". 

Actualmente, los detenidos están alojados en la comisaría de Bella Vista. Ayer, los abogados se presentaron ante el Fiscal de feria solicitando la inmediata revisación médica de los peritos forenses del poder judicial. Posteriormente, “junto al docotor Pablo Gargiulo, acreditaremos a los fiadores para que tanto Carrizo, como Cardoso queden libres”, expresó Lobo Bougeau.