El 17 de agosto de 1976 el Ejército Argentino, al mando del genocida Bussi, en un comunicado decía Guillermo José Ernst fue muerto en un enfrentamiento. Era militante montonero y ayer familiares y compañeros lo despidieron en un emotivo acto en el Alberdi. Sus restos fueron encontrados hace dos años en el Cementerio del Norte.
Amigos, familiares y sobre todo, compañeros de militancia, le realizaron ayer, en el Alberdi un homenaje a Guillermo José Ernst, conocido como “Miliki”. Para esto se colgaron varias fotografías en el hall del teatro y en el centro de la sala, su retrato con la medalla de Montoneros que el militante del MIR boliviano, Pasamoro, le entregó a sus familiares que vivían en Bolivia. Además se dispuso de un altar con la bandera de la organización armada.
Su cuerpo fue recuperado, hace dos años, en el Cementerio Municipal del Norte, e identificado por el equipo del GAAF (Grupo Argentino de Antropología Forense).
Miliki, fue durante años asistente de dirección del teatro universitario. Su militancia había comenzado en su tiempo de estudiante de la UNT mientras cursaba sus estudios de odontología y psicología.
Se incorporó a las FAR. (Fuerzas Armadas Revolucionarias), en los ‘60 y luego en Montoneros. El Ejército dio cuenta en un comunicado que el 17 de agosto de 1976 fue muerto en un enfrentamiento, una mas de las mentiras que inventaban con la anuencia de la prensa cómplice.
“Solidario y con una gran formación ideológica era un cuadro muy importante de Montoneros que participó de su organización”, dijo Oscar Holmquist, compañero de militancia.
Su hermana, Yolanda lo recordó cuando era niño. “Nació en Buenos Aires, nuestra familia era de Bolivia pero por razones políticas nos habíamos trasladado a Buenos Aires. Aprendí a ser madre con él”, era su hermanito menor.
“Siempre fue un chico entregado a los pobres”, agregó la mujer emocionada. “Ya lo lloramos, ahora tenemos una sensación de paz. Ojalá que todos encuentres a sus seres queridos que desaparecieron”, sostuvo.
Por su parte, el hijo de Miliki, Federico dijo que “con esto se cierra un ciclo”, mientras que su nieta Gaby, de 17 años, expresó que “todos los que estamos aquí somos hermanos, compañeros, nos unen ideales. La lucha sigue”.
Luego del acto homenaje varias personas se dirigieron al "Bosque de la Memoria" en el Cerro San Javier, donde se plantó un árbol y depositó parte de sus cenizas.
Sebastián Ganzburg
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