La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, resolvió reformar el sistema de previsión social, por su alto costo, y planea modificar la edad de jubilación y reducir las pensiones, a pesar de la oposición sindical, publicó ayer un diario.
Un proyecto elaborado por los Ministerios de Hacienda y Previsión dispone que haya un aumento de edad en que comienzan a ser cobrados los beneficios así como el tiempo de aporte de los trabajadores del sector privado.
El gobierno ha expresado su preocupación ante el incremento
de gastos previsionales, de unos 46.000 millones de dólares
anuales, y está analizando el tema con las centrales sindicales,
que se oponen a la reducción de beneficios, publicó el matutino
O Globo.
"No tiene sentido prolongar esta discusión (con sindicatos)
indefinidamente, si no hay acuerdo el gobierno enviará su
propuesta al Congreso", posiblemente en septiembre, dijo el
ministro de Previsión, Garibaldi Alves.
El funcionario aclaró que "no es necesario sacrificar a la generación que ya está allí (contribuyendo al sistema provisional)", y aseguró que la eventual reforma afectará a "quienes ingresen en el mercado de trabajo" después de la sanción de la ley.
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