Agonizó unos 500 minutos aproximadamente. Durante los últimos partidos fue el tiempo que tuvo el respirador artificial que le daban sus porcentajes de promedios y la ventaja deportiva. Se murió por su propia ineptitud para salvarse de un castigo que lo puso , quizás, en el lugar adecuado luego de us larga anomia futbolística . Anoche empató pero perdió. San Martín 1 Spoetivo Desamparados de San Juan 1. El resultado fue positivo para la visita y negativo para el dueño de casa. Reynoso abrió el marcador para el conjunto sanjuanino, Blanco el gol del empate.
Los milagros en el fútbol no existen y eso se pudo comprobar en la Ciudadela.
Un partido que no da para un análisis muy profundo. Con las pulsaciones a mil los jugadores santos no supieron, como en casi toco el campeonato, revertir la ineptitud y la inaptitud para jugar al fútbol. Anoche privó lo emocional ante lo racional.
Esto acompañado por los desaciertos de dirigentes que mantuvieron a un cuerpo técnico que había cumplido su ciclo mucho antes de su ida, las contrataciones de jugadores que no estaban para la divisional , bajaron al Santo de Tucumán al lugar que se mereció por todo lo hecho durante 40 partidos.
En la fría noche de la Ciudadela , ayer se congeló con su infantil juego colectivo e individual y terminó perdiendo la categoría. Empató a duras penas con un equipo que más ordenado y prolijo para defender y atacar se quedó , con justicia, con un 2 a 1 global. Reynoso en complicidad con Lencina abrió el marcador a los 20 minutos del segundo tiempo y empató para el local Alexis Blanco cuando se jugaban 33
San Martín quebrado anímicamente no tuvo juego ni supo generarlo ni como pararse en la cancha y terminó jugando como siempre, mal. Dividió pelotas aéreas y por abajo, envió centros a la cabeza o a los pies de los defensores rivales, no creo nada jugo horizontalmente y a los pelotazos. Fue solo un triste y tibio barullo futbolístico.
Reitero, estos conceptos los vengo vertiendo desde hace más de 30 partidos ( ver archivos de Tucumán Hoy)por lo cual no estoy haciendo leña del árbol caído. Solo la pasión y el marketing periodístico taparon el sol con un dedo . Una pena, pocos se atrevieron a decir o hablar de los que todos sabían..
Aclaro esto, porque hace muchos partidos en esta columna ya dije que este San Martín había llegado a su techo de rendimiento colectivo e individual. Muchos antes de finalizar el 2010. Seguramente lo sabían los dirigentes jugadores y cuerpo técnico. Se esperó demasiado para reaccionar.
Anoche ni siquiera murió en la suya. Con garra , con fuerza, con ganas de entregar cara la derrota. No, fue todo lo contrario.
Al final esto solo es fútbol aunque a muchos les cambia o les arruine el día. En unos 45 días todos los que anoche insultaron, lagrimearon, estarán en las tribunas alentado al Santo de la Ciudadela, a San Martín de Tucumán. Seguro que con la esperanza que el club de sus amores se equivoque menos. Así será.
Daniel A. Villalba
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