26/06/2011 - Se acercarán a causas populares

Renovación dirigencial en el Partido Blanco de Uruguay

El senador Luis Alberto Heber, nuevo presidente del directorio del Partido Nacional (Blanco) de Uruguay, principal de oposición, busca renovar esa fuerza mediante un acercamiento a la gente y a las causas populares, al tiempo que se declara partidario del matrimonio homosexual y la adopción por parte de parejas gay.

 "Tenemos que instrumentar una serie de transformaciones en el partido que lo hagan más conectado con la opinión pública en términos generales, más conectado con el mundo social, más metido en la sociedad uruguaya", dijo a ANSA Heber, hijo del ex dirigente blanco Mario Heber y de Cecilia Fontana, quien murió en 1978 durante la dictadura por un atentado con vinos envenenados.

El dirigente, de 53 años y que aclaró que como fuerza "somos más bien de centro, no somos un partido ni de derecha ni de izquierda", hizo hincapié en que el Partido Nacional "tiene que abrazar causas populares" que no pueden calificarse como de "derecha o izquierda".

Puso como ejemplo que "es una causa popular el hecho de que exista la posibilidad de rescatar más gente que está en situación de desempleo o tener un mayor nivel de tranquilidad económica".

"Somos un partido que mira, por estar en América del Sur, el nacionalismo, no como excluyente y xenófobo, sino un nacionalismo inclusivo que está más bien referenciado hacia la Patria", explicó Heber, quien sustituyó al frente del directorio al ex presidente Luis Lacalle, por lo que cree que su asunción marca un recambio generacional.

Consideró que ese posicionamiento "genera la posibilidad de abrir los brazos para que inclusivamente venga gente de centro-izquierda o de centro-derecha que no está conforme en donde está y sí se siente interpretada por la causa popular y nacional como es la nuestra".

Con relación a temas muchas veces polémicos, no dudo en respaldar la legalización del autocultivo de marihuana -el consumo no está penalizado en Uruguay-, el matrimonio homosexual y la adopción de niños por parejas de esta condición.

"Soy muy cuestionador que el Estado no case a parejas homosexuales", dijo, al tiempo que se preguntó "¿Desde cuándo el Estado es el que tiene que determinar lo que hacen los ciudadanos en su dormitorio?".

Por último, explicó su posición favorable a la adopción de niños por parejas homosexuales porque "tenemos una situación deficitaria en la adopción, concentrada en manos del Estado y donde no hay amor, y el niño precisa amor, y una pareja homosexual puede rescatar a una persona que no tiene amor".