No juega , no lastima, perdió la actitud, no marca bien, no genera situaciones favorables, no tiene ideas, no tiene a nadie que desequilibre, está desconcentrado, sin juego asociado , es previsible, tibio, lento, flojo atrás y adelante, pierde por abajo y por arriba , no convierte goles y les hacen con facilidad. Entonces el lugar que ocupa en estos momentos es justo. San Martín quedó al borde del abismo por su propia culpa. Perdió 1 a 0 con Sportivo Desamparados en el partido de ida por la reválida, para seguir en la B Nacional. Beratz. VIDEO
Los desaciertos que se inician en la dirigencia y finalizan en los jugadores llevaron a San Martín a esta situación.
Ayer Pedro Monzón puso un equipo para salir a defender el punto con el cual inicia el juego. Gran error. Enfrente tenía a un rival que está tratando de ascender a la B Nacional y eso significa que el estado emocional y anímico es superior al que pelea por no descender. Se notó en la cancha. Los sanjuaninos pusieron corazón, actitud, garra, fuerza, despliegue, presión y gran concentración. San Martín todo lo contrario.
Y así le fue a este errático Santo tucumano que está más cerca del Argentino A que de la permanencia en la segunda categoría del fútbol argentino.
Buscar un mejor resultado en la Ciudadela obviamente es el objetivo. Hacerles entender al plantel será lo más difícil. No porque no asimilen sino por todo el desgaste mental que vienen padeciendo desde hace mucho tiempo. Tuvieron varias oportunidades para no estar en esta situación y no la aprovecharon..
En la tarde sanjuanina sobre los 30 minutos de iniciado el cotejo y como en casi todo el campeonato una pelota cae en el área de San Martín , rebote, desaciertos , desconcentración y pérdidas de marcas le posibilitó a Lisandro Beratz vencer a Pablo Lencina. 1 a 0 favorable al local y con toda la sensación que la visita no iba a revertir, por todo lo anunciado más arriba de la nota, el resultado.
Sportivo Desamparados sin ser un equipo netamente superior se quedó con el partido de vuelta derrotando con justicia a un alicaído San Martín.
Las declaraciones están de más. La cancha fue igual para todos, el árbitro no influyó, los espectadores se comportaron como siempre lo hacen los que son locales. Entonces no hay pretexto para justificar estos y todos los desaciertos que San Martín cometió a lo largo de 39 partidos. Una lástima ver el sufrimiento colectivo en miles de tucumanos.
Daniel A. Villalba
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