Decenas de miles, entre ellos el presidente Evo Morales, y el vicepresidente Alvaro García Linera, celebraron al amanecer del martes la llegada del Willka Kuti o Año Nuevo andino amazónico 5519, en los centros ceremoniales de las culturas ancestrales más potentes de la Sudamérica signada por la cordillera de los Andes, con pedidos de alimentos y elogios a culturas preincaicas.
Miles esperaron la salida del sol en el complejo arqueológico de Tiawanacu, a 72 km de La Paz, en la explanada altiplánica que conduce a Perú y Chile.
Hasta ahí llegó Morales, junto al canciller indígena
David Choquehuanca y la ministra de Desarrollo Productivo, Teresa
Morales, donde el Sol despuntó a las 7h15 locales.
Con las manos extendidas al cielo, en señal de captación de la
energía y símbolos que irradia el sol, el mandatario boliviano de padres
aymaras y empapado de la cultura quechua desde los18 años, cuando
partió al central departamento de Cochabamba para buscarse la vida,
pidió "alimentos" en el inicio de un nuevo tiempo agrícola.
Morales, que había invitado al presidente electo de Perú, Ollanta
Humala -que el martes desarrolla en La Paz una visita de presentación- a
la celebración secular en Tiawanacu, pidió "paz, igualdad, dignidad y
una buena producción para que no falte el alimento".
Cuando el sol despuntó por detrás de las montañas andinas el termómetro marcaba bajo cero.
Unos 600 km más al este, en el emplazamiento preincaico de
Incallajta, García Linera destacó las culturas precolombinas
desarrolladas en el actual subandino de Bolivia
Proclamó su admiración por civilizaciones andino amazónicas que
antes del quiebre cultural de 1492, provocado por la llegada al sur del
navegante genovés Cristóforo Colón, habían desarrollado tecnologías
hidráulicas y producción masiva de alimentos, impensadas incluso para la
Europa de ese tiempo renacentista.
"Cómo no sentirnos orgullosos de nuestros antepasados que lograron
crear nuevas civilizaciones agrícolas e hidráulicas, más importantes del
mundo entero, cuando en Europa la gente tenía que ir a traer agua en
pequeños baldes (recipientes) de madera, en Tiwanacu, en la zona
Amazónica y aquí , en Incallajta, nosotros, nuestros abuelos, sabían
controlar el agua, podían llevar a cada casa a través de complejos,
sistemas hidráulicos", puso en relieve.
Sin nombrarla significó la técnica del riego por goteo y la
mineralización calculada de los cultivos por parte de la cultura moxeña,
en el centro y nordeste del actual territorio boliviano.
El Wilka Kuti fue bienvenido en los tres principales pisos
fisiográficos de Bolivia: Tiawanacu a más de 4.000 sobre el nivel del
mar; Incallajta, a 2.600 y a menos de 2.000 de altura, en Samaipata, en
el este subandino de Bolivia.
Ceremonias de culto al fuego en que se realizaron ofrendas en que
incluso se sacrificaron terneros o llamas blancas, signo de pureza, como
tributo al momento en que copulan el padre Sol y la Madre Tierra,
cobraron espacio en Pampa Aullagas, en el departamento de andino de
Oruro (sudoeste), en el Fuerte de Samaipata, en la oriental Santa Cruz ,
con el Yasitata Euasu (Lucero del alba) y el cerro de Inkarakay en
Cochabamba, donde se emplazan ruinas preincaicas.
Tiawanacu, es el centro de la cultura de nombre homónimo más longeva de los Andes sudamericanos.
Los originarios de los Andes sudamericanos conmemoran hace siglos
con rituales el solsticio de invierno, momento en que el astro cobra más
distancia de la Tierra.
De acuerdo con el indígena Germán Choquehuanca, el rito celebró el
año 160.519, medido en base de un sistema vigesimal. Los últimos 519
marcan la muerte del inca Atahuallpa, tras la toma incruenta de Tumbes y
la rendición insospechada de las fuerzas del incanato a manos de los
colonizadores españoles de Francisco Pizarro.
Los 160.000 restantes derivan de "cinco soles", suerte de períodos geológicos de 32.000 años cada uno.
El Solsticio, fuente de energía y renovación espiritual, se
registra como fenómeno natural entre el 20 de junio y el 23 de junio en
el hemisferio sur.
Se trata del día más corto o la noche más larga del año, en los
umbrales del cambio de estación del Otoño a Invierno y, para los
agricultores andinos, el advenimiento del tiempo de preparación y
tributo a la Pachamama (Madre Tierra, en aymara).
Se estima que en el apogeo del estadio Urbano Maduro, Tiwanacu, una
civilización que llegó a desarrollar tecnología agrícola de punta,
tenía una población de 100.000 habitantes, antes de desaparecer,
explicablemente, entre los siglos IX y X de este mismo tiempo.
Todos los derechos reservados Copyright 2007
Terminos y usos del sitio
Directorio Web de Argentina
Secciones
Portada del diario | Ediciones Anteriores | Deportes | Economia | Opinion|Policiales
Contactos
Publicidad en el diario | Redacción | Cartas al director| Staff