Es la consigna que mueve a un grupo de jóvenes y adolescentes en Jujuy, que realizaron una movilización organizada por la agrupación Jóvenes Kurmi. Entrevista con el jefe de Policía de esa provincia y con funcionarios de un juzgado de menores en el que denunciaron que “los jóvenes más pobres y de barrios humildes, son los más expuestos” a situaciones de inseguridad.
Quejas por el maltrato realizado por personal policial.
Los jóvenes explicaron las razones que los llevaron a hablar con el Jefe de la Policía de la Provincia, Jorge Miguel Ayarde; allí expusieron que son cotidianamente “perseguidos y golpeados, con detenciones ilegales, que muchas veces derivan en causas inventadas por los efectivos y que son naturalizadas y sostenidas en el tiempo, injustamente, por el Juzgado de menores”. Los jóvenes, que marcharon acompañados también por adultos, entre ellos padres de víctimas de la policía, exigieron a Ayarde “un mayor control sobre los miembros de las fuerzas de seguridad” y que se avance en los sumarios que correspondan a “aquellos efectivos que no respetan el estado de derecho”.
Posteriormente, los “Jóvenes Kurmi”, marcharon al Juzgado de Menores en el que denunciaron que "nuestro pueblo sufre las irregularidades del sistema de seguridad y salud pública y somos precisamente los jóvenes más pobres y de barrios humildes los más expuestos, pagando incluso con nuestra vida las consecuencias". Denunciaron, entre otros, los casos de Rodrigo Cajal y Samuel Guzmán, de 17 y 16 años, que se encuentran detenidos desde hace más de una semana por una causa que afirmaron ha sido “inventada por la policía”, cuya carátula “apunta a apañar a quienes los agredieron al salir de un boliche bailable”, las agresiones sufridas por Facundo Gaspar “quien fue golpeado por efectivos policiales cuando denunciaba ser víctima de un robo, recibiendo patadas en su cabeza y provocándole una severa lesión en su ojo izquierdo”, el aparente suicidio en el barrio Punta Diamante del joven Gustavo Condori y un operativo, que según amigos del joven, estuvo “plagado de irregularidades”, la muerte de Leila Calisaya del barrio San Cayetano, madre de 20 años que tenía tuberculosis y que habiendo sido mal medicada y sin tener la atención debida debió ser trasladada de emergencia hacia Buenos Aires, en donde falleció.
La agrupación Jóvenes KURMI advirtieron que permanecerán en “estado de alerta y movilización hasta que se haga efectiva la liberación de Rodrigo y Samuel”. Simultáneamente, proseguirán con las actividades que “en cada barrio y localidad desarrollamos diariamente, desde las copas de leche, las Escuelas de Deporte y Música, como así también los encuentros culturales, actividades desde las que seguiremos organizándonos y atendiendo las denuncias que reciban.
Esta organización tiene un correo electrónico, joveneskurmi@gmail.com, al que se le puede hacer llegar denuncias o tomar contacto.
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