La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, lanzó ayer el programa "Mi Casa, Mi Vida II", que planea construir 2,6 millones de viviendas hasta 2014 con una inversión cercana a los 70.000 millones de dólares.
En el gobierno precedente "logramos construir 1 millón, ahora la meta es mayor. Tengo la seguridad de que vamos a lograr construir 2 millones", dijo Rousseff y subrayó que el nuevo plan habitacional "innovó" al establecer que las mujeres jefas de familia podrán "firmar contratos" sin necesidad de contar, como ocurría hasta ahora, con el aval de sus cónyuges.
La presidenta consideró probable que en 2012 se decida
"ampliar más los recurso y hacer 600 mil (casas) más".
Con este plan habitacional el gobierno está atendiendo a "un
aspecto social ciudadano profundo que es el hogar, el espacio
donde se construyen las relaciones afectivas, el sueño del
abrigo la protección", destacó.
Si bien Rousseff implementó, a poco de llegar al poder, un
recorte de gastos del orden de los 30.000 millones de dólares,
se comprometió a reducir los recursos para asistir a la
población pobre.
En ese sentido manifestó hoy que "Mi Casa, Mi Vida", destina
el 60% de su presupuesto a familias con hasta 1.600 reales de
ingresos por mes (1050 dólares).
Y enmarcó este proyecto dentro de un conjunto de iniciativas entre las que destacó el plan "Brasil Sin Miseria", lanzado el mes pasado, con el cual se aspira dar atención a 16 millones situadas bajo la línea de pobreza.
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