Un trabajador rural que se había enfrentado a la mafia ilegal de la madera en la amazonia brasileña fue asesinado en el estado de Pará, informó ayer la Comisión Pastoral de la Tierra vinculada a la Iglesia Católica.
Es el quinto asesinato de trabajadores rurales y ambientalistas perpetrado en menos de un mes en la región amazónica.
Obede Souza, de 31 años, quien en enero había discutido con
representantes de los madereros de la región, fue asesinado con
un disparo en la cabeza en Tucuruí, ciudad conocida por la tala
ilegal de madera, principalmente de castaño.
La víctima vivía en el asentamiento Campamento Esperanza.
A fines de mayo, cuatro trabajadores agrarios extractivistas
amazónicos fueron asesinados supuestamente por su lucha para
negar entregar sus tierras a la mafia de la madera ilegal.
Según la Comisión Pastoral de la Tierra, 1.000 personas están
amenazadas de muerte por parte de estas organizaciones
criminales.
Por orden de la presidenta Dilma Rousseff llegaron al sur del estado de Pará policías de la Fuerza Especial de Seguridad.
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