La apropiadora de Francisco Madariaga Quintela dijo ayer ante los jueces que teme ser asesinada por su exmarido, el exmilitar detenido Víctor Gallo, para justificar que ocultó durante casi 30 años el verdadero origen del joven, quien recuperó su identidad el año pasado.
Inés Susana Colombo, de 58 años, y su exmarido detenido Víctor Gallo, comenzaron a ser juzgados hoy por la apropiación de Francisco, a quien anotaron como propio bajo el nombre de Ramiro, en julio de 1977, luego de su nacimiento en Campo de Mayo.
El caso se sumó a otros 34 que son parte del juicio oral por robo de
bebés que se desarrolla en los tribunales federales de Retiro, con
acusados como el exdictador Jorge Rafael Videla y otros represores como
Antonio Vañek.
Madariaga Quintela es hijo biológico de Abel Pedro
Madariaga y Silvia Quintella Dallasta, quien fue secuestrada con cuatro
meses de embarazo y permanece desaparecida tras dar a luz en Campo de
Mayo.
El padre escapó y se exiló en Europa para retornar en
democracia y entregar muestras sanguíneas al Banco Nacional de Datos
Genéticos del hospital Durand, que finalmente identificó a su hijo.
Ambos presenciaron el inicio de la audiencia de hoy.
En el inicio
de la audiencia, Gallo -quien está detenido- se negó a prestar
declaración indagatoria y entonces el Tribunal Oral Federal 6 ordenó la
lectura de sus dichos durante la investigación del caso, a cargo de la
juez federal de San Isidro Sandra Arroyo Salgado.
Allí el ex
miembro de Inteligencia del Ejército dijo que se llevó al recién nacido
como un "acto de compasión cristiana", después de recibirlo de
casualidad cuando cruzaba con su auto Campo de Mayo y se detuvo a
saludar a un militar conocido.
Este "colega" se dirigió a un
vehículo, volvió con el bebé y le pidió que le hiciera el "favor" de ir a
dejarlo al hospital de San Miguel porque había nacido, "sus padres
estaban muertos y no había a quién dárselo".
Al retirarse del
Ejército Gallo fue condenado a 9 años de prisión por integrar una banda
que robó una financiera, luego tuvo otra causa judicial por el hallazgo
de un "arsenal" bajo su cama cuando estaba en prisión en Campo de Mayo, y
en mayo de 1987 participó del levantamiento militar carapintada.
Hasta
ser detenido era socio de la empresa de seguridad privada "Lince",
lugar al que por un tiempo llevó a trabajar al joven apropiado, antes de
conocerse su verdadera identidad.
Posteriormente llegó el turno
para declarar a Colombo, quien está excarcelada y aceptó prestar
indagatoria, aunque antes retiraron a su exmarido de la sala de
audiencias.
Colombo, una profesora de dibujo, intentó mostrar que
su vida estuvo signada por la violencia de su ex marido, a quien tenía
"miedo" todo el tiempo y por eso nunca reveló el origen del bebé al que
crió como su hijo biológico junto a otros dos hermanos que sí eran sus
hijos.
En diciembre de 2009, la mujer reveló a Francisco su
condición y la posibilidad de ser hijo de desaparecidos cuando él, tras
un incidente con su padre, le dijo que "no podía ser hijo de esa
familia".
"Francisco, mi hijo", dijo la mujer en todo momento y
refirió que dijo la verdad "después de haber estado presionada mucho
tiempo.
"Fue una situación extrema que se presentó cuando el
joven trabajaba en la empresa de seguridad Lince, propiedad del padre, y
había sufrido "una situación que puso en riesgo su vida".
"Yo no
puedo ser de esta familia, me dijo y golpeó la mesa, me pidió `decime
la verdad`, y me di cuenta que su vida corría peligro y le dije que no,
que no era, que podía ser fruto de una aventura del padre, porque era un
mujeriego o podía ser hijo de desaparecidos, no lo sé".
Juntos
fueron a la sede de Abuelas de Plaza de Mayo y ella lo acompañó en todas
las etapas hasta que se realizó el estudio de ADN que develó su
verdadera identidad.
Desde entonces no volvió a verlo."Yo después
me quedé sin él, no lo vi hasta hoy, y hoy lo miraba no para hablar ni
decirle nada sino porque lo quiero".
"Muchas veces estuvo en
peligro mi vida y la de mis hijos por este hombre, que coaccionaba, que
no me dejó en paz en toda mi existencia", dijo entre llantos, al culpar
por todo a su exmarido, de quien se separó hace más de dos décadas.
Colombo
declaró durante más de tres horas y dio detalles de una vida en un
barrio militar, "donde se callaba todo" y contradijo a su marido. Dijo
que él le llevó un bebé "todavía con el cordón umbilical" y se lo dejó
una noche sin mediar palabra, tras bajarlo de un automóvil que no era
suyo.
"Francisco, mi hijo, no sé cómo llamarlo, porque yo lo
cuidé, yo le apliqué su primera inyección de insulina cuando enfermó de
diabetes, mi prioridad era ser mamá y me encanta el nombre Francisco",
agregó.
Según su relato, "Gallo dijo una vez que había un chico
abandonado en el hospital militar, lo volvió a decir y a los pocos días
apareció con él", aunque le pareció raro que aún tuviera el cordón
umbilical, "parecía recién nacido".
"El decía cosas al pasar, no
había un diálogo de pareja", refirió la mujer, que para ese entonces
tenía una beba de un año y medio. Poco después de la llegada de ese
bebé, el Ejército adjudicó a la familia un departamento en un barrio
militar.
La acusada aseguró que sugirió a su marido adoptar al
chico, pero no tuvo respuesta. "Siempre era violento, me tenía que
quedar callada en el barrio militar, no tenía amigas. Siempre estuvo la
violencia", rememoró.
Y justificó en razones económicas la
decisión de no separarse. "Yo necesitaba la obra social, los alimentos.
Francisco estaba enfermo y no tenía dinero, necesitaba exponerme para
que él tuviera lo que necesitaba, alimentación y medicación adecuada".
Tanto
los miembros del tribunal como la fiscalía y la parte querellante,
Abuelas de Plaza de Mayo, insistieron con preguntas relativas a la
llegada del recién nacido a la casa, la consulta con un pediatra que,
según la acusada, no preguntó nada del origen del pequeño y los
posteriores trámites de inscripción como propio.
"Todo lo hizo
él, hasta los nombres eligió, yo nunca tuve ni las partidas de
nacimiento ni siquiera la escritura de la casa", ejemplificó.
"¿Usted
le festejaba el cumpleaños a Francisco?", quiso saber la presidenta del
tribunal, María del Carmen Roqueta. "Sí, le pregunté el día en que
había nacido y me dijo la fecha que figuraba, el 7 del 7 del 77",
respondió.
El juicio seguirá mañana, con más testigos vinculados a
los casos que se juzgan, mientras que para el martes de la semana
próxima está prevista la declaración como testigo de Francisco
Madariaga.
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