La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, puso ayer en funciones hoy a la nueva ministra de Relaciones Institucionales, Ideli Salvati, y recomendó más "acción" a su nuevo gabinete, en el que las mujeres ocupan posiciones vitales.
"Vamos a arremangarnos para continuar avanzando" dijo Rousseff durante la ceremonia en la que puso en funciones a la ex senadora Ideli Salvati, en uno de los cargos de mayor importancia política del Palacio del Planalto, sede presidencial.
"Las decisiones políticas son la base" del éxito de un
gobierno que tiene como "objetivo hacer crecer mucho la
economía" con "estabilidad", mejorar la calidad de vida de las
"clases medias" y asumió el "compromiso erradicar la miseria",
señaló la mandataria.
La reforma ministerial, en el marco de la cual la cual fue
nombrada Gleisi Hoffmann como ministra de la Casa Civil
(equiparable a un jefe de gabinete), fue decidida tras la crisis
que se inició poco antes de que Rousseff cumpla seis meses como
jefa de Estado.
Salvati y Hoffmann, que también participó en la ceremonia
realizada hoy en el Planalto, asumen los principales cargos
políticos del gobierno, tras la caída del poderoso ex jefe de la
Casa Civil Antonio Palocci.
El ex funcionario dejó su puesto la semana pasada luego de
que un diario publicó que cobró 10 millones de dólares en 2010,
cuando además de ser jefe de la campaña electoral de la entonces
candidata Rousseff, trabajó como asesor de empresas.
"La presidenta Dilma ha demostrado que no titubea en el
ejercicio de su liderazgo, cuando está convencida de algo ella
actúa" afirmó Salvati, que fue jefa del bloque de senadores
oficialistas durante la gestión del ex presidente Luiz Lula da
Silva.
Dirigents opositores sostienen que la ex senadora Salvati es
un tanto frontal y vehemente, y pusieron en duda su capacidad
para establecer consensos.
"Aquellos que convivieron conmigo en el Senado testimoniaron
mi esfuerzo" para conciliar posiciones, y como ministra de
Relaciones Institucionales "mi misión es que haya buen diálogo
entre el gobierno y el Parlamento", declaró Salvati al asumir el
cargo.
A partir de hoy, continuó la nueva colaboradora de Rousseff,
"mi trabajo será conversar, conversar y conservar".
En tanto el Partido de la Socialdemocracia Brasileña, el más
fuerte de la oposición, opinó que la crisis que derivó en los
cambios ministeriales mostró la falta de talento político de
Rousseff, quien nunca había ocupado un cargo electivo antes de
vencer en los comicios de 2010.
En el acto de proclamación de su victoria electoral, el 31 de
octubre de 2010 en Brasilia, Rousseff leyó un discurso breve en
el que destacó el significado "histórico" de que una mujer haya
sido electa presidenta, y prometió un gobierno coherente con ese
mandato de las urnas.
El primer gabinete de Rousseff, que entró en funciones en
enero pasado, contaba con nueve ministras, pero apenas dos de
ellas en puestos fundamentales.
Hasta hoy las mujeres fuertes del gabinete "dilmista" eran
Miriam Belchor, que comanda el Ministerio de Planificación,
dotado de decenas miles de millones de dólares en obras, y
Tereza Campello, responsable de la cartera de Desarrollo Humano
y Combate al Hambre, ministerio responsable de los grandes
sociales como son Bolsa Familia y Brasil Sin Miseria.
Con la asunción de la física Idel Salvati, de 59 años, y
de la abogada Gleisi Hoffmann, de 45 años, la semana anterior,
el Palacio del Planalto cuenta por primera vez con un elenco de
asesores donde predominan las mujeres.
En los ocho años de mandato de Lula da Silva las áreas de Planificación, Relaciones Institucionales y Desarrollo Humano siempre estuvieron bajo el mando de hombres. El único despacho de peso dado a las mujeres entre 2003 y 2010 fue precisamente la Casa Civil, donde se desempeñó durante cinco años Dilma Rousseff.
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