El gobierno uruguayo definió las condiciones para un aumento de los impuestos a las grandes superficies de tierras, para financiar obras de infraestructura vial.
El presidente José Mujica presentó a tales efectos un proyecto el lunes durante la reunión del Consejo de Ministros, cuyos detalles fueron revelados ayer.
La iniciativa preve gravar con ocho dólares por hectárea a los propietarios con entre 2.000 y 5.000 hectáreas. La cifra asciende a 12 dólares para los productores que poseen entre 5.000 y 10.000 hectáreas y alcanza hasta los 16 para los que superen las 10.000 hectáreas de campo.
Mujica dijo días atrás que "el nuevo impuesto o aporte solo será sostenido por un tercio de los terratenientes, mientras que los dos tercios restantes no pagarán un solo peso más". El presidente uruguayo espera recaudar unos 60 millones de dólares anuales mediante esta modificación tributaria, cuestionada por dirigentes de las asociaciones rurales.
Mujica justificó esta iniciativa, que en un principio tomó por sorpresa a algunos integrantes del gobierno, en la necesidad de volcar recursos para el mantenimiento de las carreteras.
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