El presidente interino de Brasil, Michel Temer, ordenó ayer el envío de tropas y la creación de un grupo de tareas para investigar los asesinatos de cuatro campesinos en la Amazonia, quienes al parecer fueron víctimas de sicarios financiados por traficantes de maderas.
Temer, que ejerció ayer el cargo durante la visita a Uruguay de Rousseff, siguió instrucciones de la mandataria y determinó el refuerzo de los efectivos de la policía federal y la Fuerza Nacional de Seguridad, integrada por policías de varios estados, que actúan en la región amazónica.
El presidente en ejercicio encabezó hoy una reunión extraordinaria de gabinete en la que participaron los ministros Luiz Paulo Barreto, de Justicia, Gilberto Carvalho, secretario general de la presidencia, y Afonso Florence, de Desarrollo Agrario.
Antes de la reunión en el Palacio del Planalto, sede de la Presidencia, Florence propuso, por su parte, la intervención federal de algunas regiones amazónicas donde hay poca presencia del Estado e impera el poder armado de las bandas al mando de estancieros.
Cuatro labriegos fueron asesinados en los últimos días en los estados de Pará y Rondonia, ambos en la Amazonia.
El martes fue ejecutado, en un asentamiento campesino en Nova Ipixiuna, Pará, el matrimonio integrado por José Ribeiro da Silva y María de Espírito Santo.
Pocos días después fue asesinado por desconocidos el campesino Eremilton Pereira dos Santos, que al parecer fue testigo del primer crimen, también en Pará.
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