Expertos alertan sobre la posible "balcanización" de Libia si las fuerzas de Estados Unidos y de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) proveen ayuda militar directa a los rebeldes.
El líder libio "Muammar Gadafi defendía (la idea de) que la Unión Africana debía ser independiente, en vez de servir a la Unión Europea (UE) y a Estados Unidos, promoviendo el Banco Africano de Desarrollo y reemplazando al franco como moneda africana", explicó a IPS el analista Mahdi Darius Nazemroaya, del Centro para la Investigación sobre Globalización, especializado en Medio Oriente y Asia central.
"En realidad, la intervención en Libia es un ataque al continente africano,
busca cortarle la cabeza. No sólo quieren ‘balcanizar’ Libia, sino todo el
continente", señaló, aludiendo a la fragmentación y los enfrentamientos
ocurridos en los Balcanes tras el colapso de la antigua Yugoslavia en los años
90.
Por su parte, Kaye Stearman, coordinadora de medios de la Campaña
Contra el Comercio de Armas, dijo a IPS: "Ahora Occidente ha redescubierto a
Gadafi como dictador y como tirano. Están preparados a tomar acciones contra su
régimen bajo la resolución 1973 de la ONU (Organización de las Naciones Unidas),
que en realidad está destinada principalmente a la protección de civiles".
"La ironía es que la OTAN ahora usa armas de la UE para bombardear
algunos arsenales que le había vendido antes" a Libia, agregó.
En
respuesta, el ex embajador británico en Trípoli, Richard Dalton, dijo a IPS que
la "OTAN no tenía intereses estratégicos en Libia", y subrayó que su único
objetivo era "la implementación de la resolución 1973".
"La UE quiere
ver la estabilidad, la prosperidad y la buena gobernanza en todos sus vecinos",
subrayó Dalton.
Según la resolución 1973, que autorizó una acción para
proteger a los civiles en Libia, todos los estados miembros deben garantizar una
estricta implementación del embargo de armas establecido en los párrafos nueve y
10 de la anterior resolución, la 1970.
Geográficamente, Libia es el
principal paso del norte al centro de África. Activistas por los derechos
humanos alertaron que la entrega de armas a la oposición podría agravar el
conflicto y llevarlo fuera de las fronteras libias. Esto también supondría una
directa violación al mandato de la ONU, señalaron.
"Algunos países de la
UE también consideran proveer armas a los rebeldes, lo cual podría incrementar
la inestabilidad. Esto podría tener consecuencias a largo plazo y causar gran
daño contra los esfuerzos de construcción de paz", indicó Stearman.
Como
ejemplo citó el caso de los combatientes islámicos armados por Estados Unidos en
Afganistán en los años 80 y 90, que prolongaron los conflictos, promovieron el
extremismo y crearon una sociedad dominada por señores de la guerra.
Esas mismas armas "fueron luego utilizadas contra Estados Unidos y las
fuerzas aliadas", indicó.
Durante la Conferencia de Potsdam, al término
de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), la Unión Soviética, Gran Bretaña y
Estados Unidos se estancaron en las conversaciones sobre el destino de las
colonias italianas en Libia.
Estados Unidos quería la formación de un
solo protectorado de la ONU, pero la Unión Soviética sugirió crear varios: el de
Tripolitania bajo su comando, el de Fezzan administrado por Francia y el de
Cyrenaica por Gran Bretaña.
La misma historia se repite ahora con
Estados Unidos y la UE, que no sólo buscan dividir Libia en dos
administraciones, una en Trípoli y otra en la nororiental ciudad de Bengasi,
sino también eliminar a un régimen que era un competidor clave y promotor de una
África unida, señaló Nazemroaya.
Libia y China se estaban convirtiendo
rápidamente en fuertes socios en energía. Beijing era el tercer mayor comprador
de petróleo libio, y tenía más de 50 proyectos de inversión en el país africano.
Pepe Escobar, periodista de Asian Times, señaló que China se había visto
golpeada por la inestabilidad en el norte de África. Sus nuevos contratos con
Libia sumaban 18.000 millones de dólares y decayeron casi 53 por ciento.
Ésa era la política estratégica del Comando Africano de Estados Unidos
(Africom): minimizar la influencia china en el continente africano.
El
Africom, con base central en la ciudad alemana de Stuttgart, es responsable de
actividades militares estadounidenses en 53 naciones africanas.
Estados
Unidos quería una base en África, y la intervención en Libia le dio la
oportunidad, dijo Escobar a IPS. "La participación del Africom es la estrategia
del Pentágono para contrarrestar las inversiones chinas en África", señaló.
Escobar señaló que, en la cumbre de la OTAN celebrada el año pasado en
Lisboa, la agenda de los gobiernos "era la total dominación del Mediterráneo", e
indicó que los acuerdos entre Gadafi y Beijing molestaron a Bruselas, París,
Londres y, por supuesto, Washington.
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