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Cuando las instituciones son rehenes de la política

“La recusación del gobierno al vocal de la Corte Suprema de Justicia, René Goane, en el caso en que debe resolverse la inconstitucionalidad de la integración de la Junta Electoral de la Provincia, habla a las claras del modelo institucional que el alperovichismo ha instalado en Tucumán. El que no asegura los caprichos del gobernador debe ser desplazado a cualquier costo”. Las palabras pertenecen al Presidente de la UCR de Yerba Buena, Mariano Campero.

“En todo caso el modelo es la no institucionalidad. Las instituciones han sido vaciadas de contenido y sus objetivos tergiversados. Lo único que importa es la acumulación de poder y para eso no hay límites, ni siquiera en el poder que debiera ser un “tercero imparcial”, acusó el dirigente radical.

“Ante una corte adicta en su mayoría al poder de turno, un legislativo genuflexo, y un ejecutivo sin límites políticos ni éticos, la responsabilidad de ponerle freno al autoritarismo recae necesariamente sobre la sociedad civil.  Es posible cambiar el rumbo de la provincia, pero debemos comprometernos todos con el cambio. Los tucumanos nos merecemos una provincia en la que las ovejas no sean cuidadas por el lobo. Una ciudad donde la seguridad sea una prioridad en la agenda pública. Donde los reclamos de todos los sectores sean atendidos en un plano de igualdad. Donde la salud, el trabajo y la educación no sean sólo una estadística en el discurso de algún funcionario o una foto en la que se corta una cinta”, sentenció Marinao Campero.