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El Frente Amplio decidido a anular la Ley de Caducidad

La decisión del plenario del Frente Amplio (FA) gobernante en Uruguay de mantener el mandato para que sus legisladores voten a favor de la anulación de la Ley de Caducidad y analizar la pertinencia de promover un tercer plebiscito sobre el tema generó divisiones en la coalición y críticas de la oposición y de analistas.

El plenario nacional, máximo órgano de conducción del FA, resolvió la noche del sábado ratificar el mandato para que sus legisladores voten el jueves próximo a favor de anular la ley sancionada en 1986, en democracia, que consagró la “caducidad de la pretensión punitiva del Estado” sobre quienes violaron derechos humanos en la dictadura de 1973-85.

La decisión fue adoptada por abrumadora mayoría, con 137 votos a favor, uno en contra y ocho abstenciones, informó el diario La República.

Asimismo, el órgano de gobierno del FA ordenó la creación de una comisión que estudie durante un mes la pertinencia de promover la convocatoria a un plebiscito en el que la ciudadanía convalide o rechace la anulación de la Ley de Caducidad, luego de que en dos consultas similares, en 1989 y 2009, se pronunciara a favor de mantener la vigencia de dicha norma.

Algunos sectores del FA son partidarios de anular la ley para permitir que sean juzgados quienes están acusados de haber cometido crímenes de lesa humanidad durante la dictadura, a pesar de los dos pronunciamientos de la ciudadanía en los plebiscitos, el último de ellos hace un año y medio.

En cambio, otras figuras de la coalición gobernante, como el presidente José Mujica, el vicepresidente Danilo Astori y el antecesor de aquél, Tabaré Vázquez, consideran que debe respetarse la opinión manifestada por la mayoría de los ciudadanos en las dos consultas realizadas sobre el tema.

Esas diferencias amenazaban con crear una crisis en la coalición y un debilitamiento del gobierno de Mujica, que lleva poco más de un año en el cargo, en un mandato que concluirá en marzo de 2015.

Según describió el diario montevideano El País, dos de los integrantes del FA, el Movimiento de Participación Popular (MPP) de Mujica y Asamblea Uruguay (AU) “tienen dudas acerca de la viabilidad de una nueva consulta popular antes de noviembre de este año”.

A la vez, el Partido Socialista (PS) y Nuevo Espacio (NE) “tienen una posición favorable a la consulta popular”, mientras “surgen voces críticas desde el Partido Comunista y las Bases porque no desean asumir un compromiso de una nueva consulta popular a corto plazo”.

“Seguramente nos encontramos ante el tema más difícil de resolver en los últimos 25 años”, afirmó Rubén Villaverde, dirigente independiente dentro del FA, para quien “lo más cómodo sería una declaración diplomática, tirar la pelota para más adelante”.

“Creo que tengo las mismas dudas que la mayoría de la población frenteamplista; escucho a unos y otros, y encuentro argumentos muy sólidos; tenemos dos partes que están pugnando por encontrar una fórmula”, agregó Villaverde.

El analista político Juan Doyenart interpretó que “el FA queda malherido y con su división interna más expuesta; además, queda un presidente maltrecho, con un índice de popularidad que seguramente bajará”.

Otro politólogo, Oscar Bottinelli, coincidió en que la imagen de la coalición gobernante “está dañada”.

El senador Pedro Bordaberry, principal figura del opositor Partido Colorado (conservador) y adversario derrotado por Mujica en las últimas elecciones presidenciales, opinó que “lo que propone el FA es absolutamente inconstitucional y peligroso para la democracia”.

Desde el otro partido tradicional, el Nacional (blanco), el también senador Jorge Larrañaga sostuvo que con la decisión del FA de promover la anulación de la Ley de Caducidad, el actor cómico mexicano Cantinflas “tendría libreto para una antológica película”.

El viernes, en declaraciones publicadas por La República, Mujica se había manifestado “dolido” por la forma en que el FA estaba manejando el tema de la posible anulación de la Ley de Caducidad.

“Nadie me preguntó nunca qué opinaba”, dijo el mandatario, quien acusó a sus correligionarios de que “salieron a vomitar todo afuera como cotorras” y se definió partidario de “que el hombre de la calle decidiera esto”.