Fue el clásico número 292 y lo que mostraron Atlético Tucumán y San Martín no pasó más allá del entusiasmo por jugarlo. Ambos equipos quedaron en deuda con sus seguidores. Ganó el local nada más.
Adrián Czornomáz y Pedro Monzón dijeron que estaban conformes con el rendimiento de sus dirigidos. Seguramente que en el intimidad terminaron molestos.
El director técnico decano se encontró con in triunfo inesperado si tomamos en cuenta lo que se estaba viendo hasta el minuto 39. Mucho entusiasmo, poco de fútbol, escaso ensamble y una continuidad de casi nada para las pretensiones de ascender.
Atlético Tucumán terminó quedándose con los tres puntos por una casualidad y no por merecimientos. Asíe es el comportamiento de este fútbol de segunda división.
Por el lado de San Martín fue una nueva demostración de lo poco que tiene y de la suerte de no estar entre los últimos de la tabla. Monzón masticó la bronca por la desatención de su gente , en el gol, y se fue pateando calentura por el resultado. Seguramente que vió que podía pellizcar un empate.
Ninguno de los dos hizo más de lo demostrado hasta ahora y llegar a sus metas cada día les cuesta más. Es lo que hay, no pidan más.
Daniel A. Villalba
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