Una patrulla policial al mando del sargento Víctor Chirino sorprende en el boliche La Estrella, ubicado en la localidad de Lobos, al "vago y malentretenido" Juan Moreira, que cayó abatido mientras trataba de huir bajo del inflexible brazo de la ley. Inspirándose en la historia de este gaucho bonaerense, Eduardo Gutiérrez escribió una novela que, vuelta luego "mimodrama" para ser representada en los circos, sería la obra fundadora del teatro rioplatense. VIDEO con la excelente película de Leonardo Favio.
Parte 2 , parte 3 , parte 4 , parte 5 , parte 6 , parte 7 , parte 8 , parte 9, parte 10
Juan Manuel de Rosas le dio una carta a Moreira para que
se la entregara a un oficial de la "Mazorca", el oficial leyó la carta
y cumplió de inmediato la orden del tirano: fusilar al portador de la
misiva. Asi murió el padre de Juan Moreira.
Juan Moreira nació
y se crió en el hoy partido de La Matanza, antes llamado "Matanzas", a
secas. Llevó una vida tranquila y pacífica por mas de treinta años, los
que dedicó a trabajar duramente hasta conseguir su propio rancho, unas
cuantas cabezas de ganado vacuno y ovino, y algunas hectáreas de campo
que dedicó a la siembra. Era Moreira un hombre alto, muy bien
conformado fisicamente, de buen trato y diestro en la guitarra, ajeno a
las pulperías y poco amigo del alcohol fue muy bien visto por "la
Vicenta" , de quien se enamoró y casó con el absoluto consentimiento
del padre de la Vicenta, un hombre muy respetado por quellos días. Este
casamiento sería el inicio de todas las desgracias de Moreira, porque
de la misma mujer se había enamorado el "Teniente Alcalde" de la zona,
conocido como Don Francisco, quien a partir de ese acontecimiento,
comenzó a persegir a Moreira con multas por diversas razones que pocas
veces tenían que ver con la realidad. Así, lo multaba por supuestas
faltas a su llamado, por hacienda que destruía sembrados vecinos, etc.
La primera multa fue por la fiesta de la noche de bodas, hecha sin
autorización del Teniente Alcalde y la suma requerida fue de $500. Por
esos días, Moreira había prestado a Sardetti, almacenero del pueblo, la
suma de $10.000 que éste usaría para la compra de frutos del país y
harto de pedirle la devolución del dinero prestado, sin ninguna
documentación, según la usanza de la época entre gauchos de palabra,
denunció ante Don Francisco la situación para que el Teniente Alcalde
instara al pago ante Sardetti. No sabemos si en acuerdo o no con Don
Francisco, Sardetti negó la cuenta y Moreira fue castigado con 48 horas
de "cepo" acusado de ladrón por reclamar lo que no era suyo. Esta
situación colmó la paciencia de Moreira, quien le juró a Sardetti una
puñalada por cada mil pesos que le debía. Moreira cumplió su palabra en
un duelo a cuchillo que tuvo lugar en el mismo almacén de Sardetti, y
al otro día, luego de una noche errante, volvió a su rancho y se
enfrentó a Don Francisco y cuatro soldados que esperaban la vuelta de
Moreira para prenderlo. Del enfrentamiento resultó muerto Don Francisco
y dos de los soldados.
A partir de allí comenzó la desgraciada
vida de Moreira. Extremadamente hábil en la pelea a cuchillo, enfrentó
y venció en desigual pelea, a partidas de milicos que lo buscaban, lo
que le dio una fama de guapo tal, que muchos lo desafiaban con el único
objeto de vencerlo y acrecentar asi, su gloria personal. Nadie pudo con
Moreira. Un caballo overo bayo, obsequio de Alsina, un perro cuzco, un
poncho, la daga y dos trabucos era toda la fortuna que Moreira tenía
por aquellos tiempos. Dormía siempre a cielo abierto, donde el
"Cacique", su perro, oficiaba de guardián ladrando ante cualquier
movimiento, jamás desensillaba y solamente aflojaba la cincha de los
aperos para una rápida montura si era necesario. Erró por los partidos
de Navarro, Las Heras, Lobos, 25 de Mayo y pasó algún tiempo en las
tolderías del Cacique Coliqueo, y según nos cuenta Eduardo Gutierrez en
la biografía de Moreira, evitaba toda pelea y siempre mató en duelos
criollos a los que accedía como último recurso después de inúmeras
provocaciones y en defensa de su propia vida. Sirvió de guardaespaldas
a políticos a cambio de la nunca cumplida promesa de "limpiar su
prontuario".
En abril de 1874, siendo Juez de Paz de Lobos,
Casimiro Villamayor, por orden de Mariano Acosta. gobernador de la
Provincia de Buenos Aires, una partida de 25 hombres al mando del
comandante Bosch pertenecientes a la Policía de Buenos Aires, lo
embosca, merced a la traición del Cuerudo, en el almacén y pulpería "La
Estrella", ubicada en lo que es hoy el Sanatorio Lobos, en la
intersección de las calles Chacabuco y Cardoner. Juan Moreira pelea
como fiera contra toda la partida y ya estaba a punto de saltar la
pared que se interponía entre los milicos y el overo bayo cuando la
bayoneta del sargento Chirino, oculto tras el brocal del patio de la
pulpería, se le incrusta en la espalda perforando su pulmón izquierdo,
Moreira alcanza a dispararle con el trabuco a Chirino, quien pierde un
ojo, cae de la empalizada enfrenta de nuevo a la partida, alcanza a
herir a Eulogio Varela y luego de dos vómitos de sangre muere un hombre
leal y valiente víctima de circunstancias parecidas a tantos gauchos
argentinos.
Fue enterrado en el cementerio de Lobos, y en el
Museo Juan D. Perón de esta ciudad, se pueden ver algunos efectos
personales del legendario Juan Moreira, tales como su facón, o el
cráneo del valiente gaucho.
Dejó un hijo del mismo nombre, una mujer a quien amó con la misma pasión con la que peleó y una historia que no debe ser olvidada.
Fuente: Julio Sofía, para Infolobos.com.ar
Todos los derechos reservados Copyright 2007
Terminos y usos del sitio
Directorio Web de Argentina
Secciones
Portada del diario | Ediciones Anteriores | Deportes | Economia | Opinion|Policiales
Contactos
Publicidad en el diario | Redacción | Cartas al director| Staff