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AMPLIARLa mitad de los chicos toba de entre 15 y 19 años no terminó séptimo grado, y sólo 1 de cada 4 ingresó al nivel medio

Promueven escolaridad bilingüe, clave para la integración

Los pueblos kolla y mapuche tienen una alta tasa de escolaridad primaria y una secundaria similar a la media nacional, en tanto, la mitad de los adolescentes toba no completó el primario, afirmó un relevamiento de Unicef. Se hicieron relevamientos en en comunidades de Chaco, Misiones, Jujuy, Salta, Tucumán y Río Negro.

“No resignamos nuestro derecho a tener nuestra propia educación bilingüe, de carácter federal”, enfatizó la kolla Natalia Sarapura durante la presentación del informe que se realizó en el Senado, por invitación de la senadora Marta Osuna.

Los datos presentados por Elena Duro, especialista en educación de Unicef, fueron elaborados por Marcela Cerrutti y Georgina Binstock a partir del relevamiento de la “Situación socioeducativa de niñas, niños y adolescentes” en comunidades de Chaco, Misiones, Jujuy, Salta, Tucumán y Río Negro.

Las especialistas reivindicaron la actitud de apoyo e interés de las autoridades provinciales y nacionales en la ejecución y la publicación de la calificada investigación, y agradecieron al gobernador del Chaco, Jorge Capitanich, haber prologado el capítulo toba.

La mitad de los chicos toba de entre 15 y 19 años no terminó séptimo grado, y sólo 1 de cada 4 ingresó al nivel medio, aunque apenas alguno logró finalizarlo, con lo que las cifras de repitencia y abandono escolar en estas comunidades de Chaco, Formosa y Santa Fe triplican la media nacional.

“La repitencia y el retraso escolar es de al menos tres grados", afirmó Binstock, quien además describió como situaciones que atentan contra la permanencia en la escuela al trabajo infantil, embarazo precoz, falta de alimentación adecuada y de vestimenta, así como la incidencia de la dependencia a sustancias como “paco y pegamento”.

Pese al esfuerzo de las autoridades en incrementar la cantidad de auxiliares docentes indígenas, la falta de maestros bilingües y de programas interculturales en las escuelas operan de barrera para que los chicos se  alfabeticen, enfatizaron las investigadoras, quienes elaboran un proyecto con el asesoramiento de la lingüista Sara Melgar.

“El derecho de los indígenas a la educación está asociado a los otros derechos, como el de la territorialidad”, observó Sarapura, quien pidió repuestas para la comunidad toba-qom que reclama territorio ancestral con un acampe en la porteña Avenida 9 de Julio.

“Pese a que los pueblos indígenas pensamos que la educación en Argentina ha tenido la finalidad política de homogeneizarnos y hacer desaparecer nuestras identidades, tenemos la fuerte vocación de formarnos con la educación, que debe devolver cultura y restituir aquellos derechos violentados”, argumentó la dirigente kolla.

Sarapura contó que su cultura se preserva en el territorio. "Así que si tenemos que migrar a la ciudad para estudiar y, salvo el esfuerzo de algunas autoridades educativas, no tenemos formación bilingüe, nos desarraigamos”, contó.

Cerrutti reportó que “los pueblos kolla y mapuche tienen tasa alta en el nivel primario y similar a la media nacional en el secundario”.

“Son pueblos con muy elevadas expectativas educativas, que demandan el mantenimiento de la cultura, sufren la pérdida de lenguas originarias como el quechua y el mapudungun, y requieren orientaciones pedagógicas para transmitir educación intercultural”, sostuvo.

Según datos oficiales de Chaco, el total de estudiantes indígenas en el 2007 era de 14 mil, en el 2009 ascendió a 16.900 y actualmente, supera los 21 mil, como reflejo de la expansión de la matrícula a través de la Asignación Universal por Hijo y el Plan Fines de becas.

El pueblo toba es el tercero en cantidad en el país y uno de los pocos que preserva su idioma nativo: a diferencia de kollas y mapuches, que luchan contra la extinción de sus lenguas maternas, el 78% de la población toba utiliza el idioma propio en el hogar.

Los jóvenes aprenden el español en la escuela como segundo idioma, pese a que muchos docentes no conocen la lengua indígena de sus alumnos y no tienen herramientas didácticas para integrarlos al aula.

“No vamos a tener calidad educativa si se sigue desjerarquizando a los indígenas en la carrera profesional docente”, advirtió Duro.

La investigación fue hecha por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), el Centro de Estudios de Población y la Asociación de Juventudes Indígenas, con el objetivo de brindar datos para la formulación y ejecución de políticas públicas inclusivas.