El Intendente Domingo Amaya y el Secretario de Políticas Económicas del Ministerio de Economía y Finanzas de la Nación Roberto Feletti firmaron el miércoles en Buenos Aires un convenio para que esa área del gobierno nacional financie un estudio de “Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos” (GIRSU) en el área que componen los municipios que integran el Consorcio Metropolitano, San Miguel de Tucumán, Yerba Buena, Tafí Viejo, Las Talitas, Alderete y Banda del Río Salí.
La aplicación del GIRSU tiene como objetivo crear sistemas ambientalmente adecuados, socialmente aceptables y sostenibles financieramente para lograr una mejora de la salud pública y calidad de vida de los vecinos.
El estudio, en el caso particular del acuerdo firmado hoy, comprende un diagnóstico para determinar las características de los residuos del área metropolitana, y de esa manera generar una propuesta para el tratamiento de los residuos desde su origen y hasta su depósito final. Comprende además la realización de talleres con la comunidad para concientizarla y capacitarla ya que junto a las administraciones municipales realizarán la gestión y separación de los residuos, comenzando en sus propios hogares. Se estima que el estudio determinará que se modificará el sistema de recolección ya que, al haber clasificación de la basura, se hará la recolección en días específicos para retirar cada clase de residuos. También se prevé que disminuya el volumen diario de basura e incluso que se puedan reciclar, en una etapa posterior, elementos tales como papel u envases de plástico y vidrio.
Resumen de los puntos principales
El Plan Integral de Residuos Sólidos Urbanos, tiene como finalidad para San Miguel de Tucumán y su Área Metropolitana:
Mejorar la calidad de vida y ambiental de la población, preservar los recursos naturales, recuperando envases u objetos que serán nuevas materias primas para generar nuevos productos, revalorizar la ciudad y su aérea metropolitana con el fin de convertirla en un centro sustentable turísticamente.
También se buscará disminuir el volumen de generación de residuos, optimizar la operatividad desde la recolección hasta la disposición final, generar una base de datos de los generadores de residuos y adecuar en el tiempo a los actores que participan en la recolección y separación. Por último también prever un plan de cierre adecuado de la planta de disposición final.
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