El canciller brasileño, Antonio Patriota, defendió ayer un orden mundial "multipolar" y afirmó que en sus primeros 100 días de gobierno la presidenta, Dilma Rousseff, llevó adelante una política externa que combinó "pragmatismo" e "idealismo".
"No queremos un mundo que ignore la situación de las economías más vulnerables, el mundo multipolar que queremos sólo será posible con el avance de lo que llamamos el G-172, es decir el formado por los países miembros de la ONU que no integran el G-20", dijo Patriota.
Lo afirmó al hacer un balance de los primeros 100 días de
Rousseff como presidenta, durante los cuales recibió al
presidente estadounidense, Barack Obama, y realizó visitas a
China y Argentina.
En sus encuentros con Obama y Hu Jintao, la presidenta siguió
una estrategia "pragmática", concentrada en el logro de
"resultados concretos" en materia de comercio, inversiones y
tecnología.
Rousseff procuró en China, donde realizó una gira de Estado de 6 días, ampliar las exportaciones de bienes manufacturados y atraer capitales asiáticos para inversiones en tecnología e industria.
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