Mauricio Borensztein, más conocido como Tato Bores nació en Buenos Aires. Vestido de frac, tocado con una peluca, lentes de marco negro y sosteniendo un habano entre sus dedos, deleitará a los televidentes argentinos durante más de cuatro décadas. Hasta que en 1992 se alejó de la televisión, supo acompañar los cambios políticos del país con su mirada irónica y sus lúcidos comentarios. Anteriormente se había desempañado con similar éxito en radio, cine, teatro y varieté. Falleció el 11 de enero de 1996. VIDEO
Mauricio Rajmín Borezstein nació el 27 de abril en un inquilinato de la
calle Tucumán y Carlos Pellegrini. Desde chico tuvo que salir a
trabajar para ayudar en su casa. No había cumplido diez años y ya
estaba abriendo las puertas de los coches en la entrada del Teatro
Cervantes. Pese a todo pudo terminar la escuela primaria, pero no la
secundaria
Su primera pasión fue la música, por eso comenzó como “plomo” de las
orquestas de René Cóspito y Luis Rolero. Corría el año 1943. Estas
agrupaciones amenizaban el programa de Pepe Iglesias “El Zorro”, en
Radio Splendid, y ese fue su primer contacto con el humor. En 1946
integró el elenco de “La escuela humorística”, donde dio vida al
“alumno Igor”. Ya temprano lo complicaría la censura: el ministro de
Educación lo prohíbe porque, dada su repercusión, todos los chicos lo
imitaban en la escuela.
Más allá de la radio, también trabajó en teatro. Se inicia con Fanny
Navarro en el Teatro Maipo y durante nueve años consecutivos integra
los elencos. Tampoco le es ajeno el cine. En 1947 se inicia en el cine,
participa de “La caraba”, protagonizada por Olinda Bozán y Francisco
Álvarez, con dirección de Julio Saraceni. A partir de ese momento su
presencia en el cine es permanente. Como actor de reparto o
protagonista participó en numerosas películas.
En 1954 se casa con Berta Szpindler –a la que nunca dejaría de nombrar
en sus programas–, con quien tuvo tres hijos: Alejandro, Sebastián y
Marina. Poco después, en 1957, se inicia en la televisión en Caras y
Caretas –Canal 7–, aunque su humor aún no tomaba como eje la política.
En esos días, el señor indiscutible de la sátira política era Pepe
Iglesias que tras la caída del peronismo volvía al teatro. Él fue quien
marco, en cierta manera, la senda que luego seguiría Bores. En 1963
reflexionaba: “El monólogo tiene una clave: es una especie de reportaje
político; yo leo los titulares de los diarios y cuento las noticias en
el escenario agregándole un comentario jocoso. Pero siempre hay que
actualizar la información: un chiste político del jueves no hace reír
el viernes".
Su carrera como humorista político comienza en 1958, cuando se presenta
en el programa vestido con frac, habano, lentes y peluca “por si le
ofrecían algún ministerio”. Había nacido “Tato Bores”, el personaje de
los monólogos vertiginosos. Fue el inicio de un clásico de la
televisión argentina que se prolongó durante más de treinta años (ver
cronología). Por supuesta, años interrumpidos por la censura ejercida,
primero por el Onganiato, luego por López Rega y, por último, por Ménem.
Tato Bores renovó absolutamente el lenguaje del humor político.
Asistido por los mejores guionistas de cada época, transformó el estilo
de los monólogos de Pepe Arias en un torrente frenético y surrealista
de escenas imaginarias (y no tanto) entre los personajes del momento.
Justamente, esta forma de recitarlos, a una velocidad increíble,
hablaba mucho más de la realidad política del momento que el contenido
mismo. La función que el periódico tenía en el humor de Pepe Arias, en
Tato lo ocupó el teléfono, uno de los elementos emblemáticos de su
personaje.
En los ciclos de Tato, si bien los monólogos eran el eje del programa
tienen una importancia innegable su galería de personajes que
complementaban y escenificaban sus monólogos. Cómo olvidar a Ricuti,
brutísimo, contrafigura de Tato, luego utilizado en las campañas de
Terrabusi para su producto “Angelito Negro” y popularizado en todas las
escuelas con la frase ‘Ricuti, chiva, chiva...’. O la genial inclusión
de Federico Peralta Ramos –el Duchamp argentino– que recitaba sus
poesías o letras de rock ante la mirada atónita de Tato.
Ya en los ’80 –con esa renovación absoluta dirigida por sus hijos,
productores del programa–, llegaron los patines, la lluvia de
papelitos, los teléfonos cada vez más estrambóticos y personajes como
los encarnados por Roberto Carnaghi –un funcionario corruptísimo que
ilustraba perfectamente la ética gubernamental de aquellos días (por
este personaje, Carnaghi ganó el Martín Fierro al mejor actor de
reparto)–; o por Grabiela Acher –una mujer embarazada durante años, ya
que su hijo no quiere nacer en un país como Argentina (por este
personaje gana el premio Martín Fierro como actriz de comedia en TV).
De esta época también son inolvidables, el plato de fideos sobre el
final de programa, con que convidaba a sus entrevistados y el
champagne con el que brindaba. La escena, en sí, un comentario sobre la
“pizza con champagne” del menemismo. Mención aparte merece uno de sus
personajes, el arqueólogo Helmut Strasse, investigador de una nación
extinguida e incomprensible: la Argentina. Más allá de la genialidad de
la ficción, este personaje quedó en la memoria porque provocó la
censura de la jueza federal María Romilda Servini de Cubría. La
respuesta del mundo del espectáculo fue inmediata y la censura fue
levantada.
Tato Bores, a través del humor, dijo lo que nadie podía o quería decir.
La sagacidad de sus comentarios, la crítica sutil que evitaba la
censura cautivó a los televidentes. Por eso, su desaparición fue tan
sentida y su pérdida fue irreparable. Quien alguna vez se autoproclamó
“el actor cómico de la Nación” dejó un vacío imposible de llenar.
Ciclos televisivos: 1957-1960 “Tato y sus monólogos” –Canal 7, libreto
de Landrú–, 1961-1963 “Tato, siempre en domingo” –Canal 9, César
Bruto–, 1964-1970 “Tato, siempre en domingo” (Canal 11, César Bruto),
1971-1972 “Por siempre Tato” –Canal 11, Jordán de la Cazuela–, 1973
“Dígale sí a Tato” –Canal 13, Jordán de la Cazuela–, 1974 “Déle crédito
a Tato” –Canal 13, Aldo Cammarota–, 1978 “Especial de El Mundo del
Espectáculo” –Canal 13, Aldo Cammarota–, 1979 “Tato vs. Tato” –Canal
13, Aldo Cammarota y Juan Carlos Mesa–, 1981 “Tato por ciento” –Canal
13, Aldo Cammarota y Juan Carlos Mesa– y 1983 “Extra Tato” –Canal 13,
Blotta (h), Abrevaya, Guinzburg, Basurto, Jaunarena y Geno Díaz–, 1984
“Tato, qué bien se TV” –Canal 13, Geno Díaz–, 1985 “Tatus” –Canal 13,
Geno Díaz–, 1988 “Tato Diet” –Canal 2, Santiago Varela–, 1989 “Tato al
borde de un ataque de nervios” –Canal 13, Santiago Varela–, 1990 “Tato
en busca de la vereda del sol” –Canal 13, Santiago Varela–, 1991 “Tato,
la leyenda continúa” –Canal 13, Santiago Varela–, 1992 “Tato de
América” –Canal 13, Santiago Varela–, 1993 “Good show” –Telefé,
Santiago Varela– y 1999 “La Argentina de Tato” –Canal 13, ciclo
especial post-morten–.
Filmografía:
Un pecado por mes (1949), La comedia inmortal (1951), Camino al crimen
(1951), Esta es mi vida (1952), Mala gente (1952), Por cuatro días
locos (1953), Casada y señorita (1954), Vida nocturna (1955),
Vacaciones en la Argentina (1960), El asalto (1960), Propiedad (1962),
El televisor (1962), Viaje de una noche de verano (1965), Disputas en
la cama (1972), Departamento compartido (1980) (Tato y El Negro) y
Amante para dos (1981).
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