El escritor adelantó en diálogo que hoy dedicará su exposición a la "literatura". Junto a su mujer e hijo, además de los integrantes de la organización Mont Pelerín Society, disfrutó de una jornada en la estancia de San Antonio de Areco. Bailó un gato, habló de hipopótamos, Hugo Chávez y economistas
Mario Vargas Llosa, autodenominado “un ciudadano del mundo”, prometió que mañana en su clase magistral en la 37ª Feria del Libro no hablará de política como los intelectuales K esperan y que se abocará a la literatura, a los libros.
Un Vargas Llosa distendido en medio de un paisaje bucólico que ofrece la estancia Los Patricios, en San Antonio de Areco, respondió a Infobae.com.
-¿Tiene muchas expectativas para mañana luego de las declaraciones de los intelectuales K?
- ¡Claro! Tengo muchas expectativas.
- ¿Nos puede adelantar qué dirá mañana en su exposición?
- Voy hablar de literatura, de los libros.
-¡Perdón! ¿Y algo de política?
- Voy hablar de libros. No voy hablar de política.
El escritor peruano, autor de El Sueño del Celta, en su visita a la Argentina para abrir la Feria del Libro, también fue la figura principal de la cumbre de la Mont Pelerín Society, que se reunió en Buenos Aires bajo la consigna: “El desafío del populismo a la libertad en América Latina”.
Esta organización programó un día de campo para hoy, por lo que en horas del mediodía, Vargas Llosa arribó a la estancia junto a su mujer Patricia, su hijo Álvaro, el ex presidente de Bolivia, Jorge Quiroga; el titular de la Fundación Libertad, Gerardo Bongiovanni –la base local de la Mont Pelerín Society- y 70 invitados de otros países que participaron del seminario.
Una competencia de sortija con cuatro jinetes gauchos sirvió para dar inicio a la jornada campestre, que luego continuó con una recorrida por las instalaciones de la estancia hasta la llegada de la comida. Una carne asada y chorizos fueron el plato principal, todo regado con vino tinto.
Vargas Llosa no resistió y pidió que lo llevasen hasta la parrilla. “Qué rico olor”, dijo el escritor.
Al finalizar la comida, tres parejas de baile exhibieron las bondades del gato, la zamba y el chamamé. Una bailarina invitó a Vargas Llosa a danzar y éste no dudó y dio unos pasos. Los presentes lo aplaudieron.
Durante el transcurso del evento, el peruano habló de los economistas, de Hugo Chávez, de Ollanta Humala, de los hipopótamos, de sus vivencias en las diferentes ciudades del mundo y su teoría sobre la ficción que creamos los latinoamericanos para hacer a un lado a la realidad de los hechos.
Vargas Llosa explicó que los economistas con sus tendencias han dado lugar a dictadores como “el comandante Hugo Chávez”, dando su punto de vista al origen de los gobiernos que toman la idea de intervenir en la economía y estatizar empresas. Y agregó que para él, “la economía está lejos de ser una ciencia”.
“Espero que Ollanta se parezca más a Lula (Da Silva), Pepe Mújica o Mauricio Funes (El Salvador) porque si no me van a encontrar en la calle protestando”, apuntó el peruano, refiriéndose a las elecciones presidenciales en su país. “Entre el mal menor y el mal mayor, prefiero el primero”, explicó. De esta manera “no convalidaríamos la dictadura de Fujimori”, explicó.
Alguien quiso saber por qué tenía una colección de adornos con figuras de hipopótamos en su casa. Él respondió que consideraba a estos animales como "los más pacíficos, debemos imitarlos. Hacer el amor, no la guerra”.
A la hora de abordar la actualidad latinoamericana, Vargas Llosa esbozó su teoría acerca de la “creación de ficciones” para convivir “con la realidad de los hechos”.
Una tableta digital con la portada de su último libro sorprendió al escritor. “Que lo vea Patricia, por favor”, sentenció mientras caminaba hacia el automóvil que lo llevara de regreso al hotel a la espera de su debut hoy a las 18:00 tras la polémica con los intelectuales K.
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