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AMPLIARHumala ayer en Huancayo

Ollanta Humala comenzó nueva campaña

El nacionalista Ollanta Humala parece sacar una leve ventaja sobre la derechista Keiko Fujimori en los primeros pasos en busca del 50 por ciento de votos que no fueron hacia ellos en los comicios del domingo en Perú, no tanto por sumar apoyos sino por el rechazo que genera su rival.

Aunque ninguno de los otros candidatos que lograron porcentajes importantes adelantó que votaría a Humala en el balotaje, algunas señales y conversaciones parecen ir en ese sentido, sobre todo del lado del ex mandatario Alejandro Toledo, fuertemente enfrentado a los Fujimori.

A este cuadro Humala sumó un punto inesperado: el reciente Premio Nobel Mario Vargas Llosa, severamente crítico semanas atrás, ratificó que no sufragará por Keiko Fujimori y dejó abierta la chance de darle su voto al ex militar "según su política de alianzas".

Los dos candidatos al balotaje continuaron hoy con sus movimientos en busca de votos para 5 de junio, Humala con la dirigencia de otras fuerzas y Fujimori apuntando más a los votantes que a las cúpulas, porque, según el diario Perú 21, varios dirigentes de su fuerza rechazan las alianzas que impliquen concesiones.

Humala se reunió anoche con el centroderechista Luis Castañeda, ex alcalde de Lima -"para romper desconfianzas", dijo-, y prepara encuentros con otros dirigentes para discutir una propuesta de consenso que puede implicar, además, dejar de lado algunas propuestas radicales que lo caracterizaron antes y que espantan a ciertos sectores.

Sin esperarlo, Humala logró un golpe de opinión con las declaraciones en las que Vargas Llosa abrió las puertas a apoyar su candidatura y advirtió que votar a Fujimori sería "reivindicar una de las dictaduras más atroces" que vivió el país, según informaron las agencias de noticias DPA, ANSA y Prensa Latina.

En una entrevista con la televisión chilena, Vargas Llosa, que había definido la segunda vuelta como una elección "entre el sida y el cáncer terminal", explicó que esperará ver qué política de alianzas se da el militar.

Esa postura, según algunos analistas, puede ayudar a resolver las dudas de sectores liberales o independientes.

Humala consideró "positivas" las palabras del escritor y la "ventana abierta al diálogo" entre ambos, y prefirió esperar antes que hablar concretamente de una política de alianzas.

"Lo que hay ahora es un proceso de evaluación del desempeño y hay que respetar ese proceso interno y tender los puentes para buscar el diálogo y voltear la página en el tema de los insultos.

Hay que respetar los tiempos que demoren, pero hay que lanzar las propuestas", expresó el candidato de Gana Perú.

Entretanto, medios locales citados por la agencia DPA informaron que el liberal Pedro Pablo Kuczynski, conocido como PPK, que terminó tercero el domingo, convocó a una reunión al ex presidente Toledo, cuarto, para evaluar entre ambos la posición a tomar en segunda vuelta.

Kuczysnki ya anticipó que no votará por Humala, aunque no afirmó que vaya a hacerlo por Fujimori, pero otros dirigentes de su alianza tomaron distancia de esos dichos.

PPK admitió que el problema de Fujimori es su identificación política con su padre, por lo que debe hacer un deslinde con "los aspectos malos" del gobierno del ex mandatario, como la corrupción y las violaciones de derechos humanos, por los que ahora está preso.

Kuczynski reconoció también que, de ser elegida Fujimori, se vería "presionada para que su padre deje la prisión", donde cumple 25 años de condena.

Toledo, mientras, no se definió aún, pero algunas de sus expresiones y dichos de allegados lo ubican más cerca de Humala.

"Dentro de la comisión política de Perú Posible no se ha tomado alguna determinación al respecto", afirmó el dirigente Javier Reátegui, quien remarcó que el partido estará "vigilante por la continuidad de la democracia" y no permitirá que el país retorne a “una dictadura”, en lo que puede leerse una alusión a la gestión de Alberto Fujimori.

En la primera vuelta, Humala tuvo más de 4,4 millones de votos y Fujimori superó los 3,2 millones, mientras Kuczynski sumó poco más de 2,6 millones, Toledo estuvo por encima de los 2,2 millones y Castañeda superó los 1,3 millones.