El 60% de los juguetes vendidos en Brasil en 2010 fueron importados de China, informaron fabricantes brasileños, que reclaman al gobierno medidas de tipo cambiario e impositivo para recuperar competitividad.
Así lo informó la Asociación Brasileña de Fabricantes de Juguetes (Abrinq, por sus siglas en portugués), al inaugurar la 28va. Feria del sector, en Sao Paulo.
El presidente de Abrinq, Synesio Batista da Costa, viajó a
China con la mandataria Dilma Rousseff en un intento de acercar
al sector al gobierno, a raíz del aumento de las importaciones
asiáticas en el sector de juguetes.
"Hay una determinación del gobierno en ayudarnos a darnos
competitividad. La pérdida de participación en el mercado se da
por cuestiones macroeconómicas y no por falta de creatividad",
dijo Carlos Tilkian, directivo de Abrinq.
En 2010, la industria del juguete movilizó unos 2.400
millones de dólares, 15% más que en 2009.
La intención del sector es recuperar el mercado interno y pasar de tener el 40% actual del mercado a 70% hasta 2016 frente a los importados.
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