A última hora de ayer, el gobierno ofreció llevar el sueldo básico a $1800, lo cual fue rechazado por los uniformados quienes exigen un básico de $2500. La policía informó que las comisarías continuarán cerradas. Además piden el pase a planta permanentes de 600 transitorios y la renuncia de los jefes de Policía, Hugo Sánchez y de Fernando Maruf de Inteligencia (D2).
Va a cumplir casi 14 años el interés de los policías tucumanos por organizarse en un sindicato que según interpretan los ayudará a conseguir ciertas reivindicaciones que por tratarse de una institución vertical tiene su desmentida en sí mismo. Por ellos es que entre los efectivos pululan fundaciones y mutuales, que brindan algunos servicios y mediante las cuales acceden a préstamos de dinero y hasta viviendas, edificadas por el IPV. Pero al parecer, este atajo mutualista no les resulta suficiente. Por ello es que la idea de un sindicato circula entre los uniformados en una paradoja de pretendida democratización en una institución claramente autoritaria. Es así como al amparo del sindicato policial español a fines de 1996, los policías se convencieron de la necesidad de contar con un sindicato y realizaron la asamblea constitutiva de la Asociación Gremial Policial (AGREPO). Luego de cumplir todos los requisitos, en julio pidieron ser admitidos por el Ministerio de Trabajo de la Nación que rechaza por improcedentes cientos de papeles presentados. En este como en otros similares, la legitimidad termina chocando con la legalidad. En octubre del año pasado, un comunicado de AGREPO, firmado por el comisario retirado, Marcelo Alejandro Vogler, alertaba sobre el malestar entre los uniformados por la intención del gobierno de cambiar la modalidad de prestación de servicio de 24 horas de trabajo y 48 horas de descanso, por ocho horas de trabajo y 16 de descanso. Además, mencionó que "la queja es generalizada" en el sector de los contratados, "ya que perciben ingresos mensuales de $ 1.050". "La gente que tiene un plan social cobra $ 1.800", se quejó.
Hoy, Vogler espera recuperar la libertad acusado de sedición, el conflicto se extiende a prácticamente en todas las comisarias mientras el Gobierno desliza que si no retornan las cosas a su lugar se verá obligado a recurrir a la Gendarmería. La salida será el reconocimiento de un sindicato?A estas alturas si no se autoacuartelaron es porque los motivos del descontento son meramente salariales. Por ello es que a pesar de que logren un reconocimiento salarial la aspiración sindical puede quedar escondido en la oscura humareda de las cubiertas que se queman ante la Jefatura. Nuevamente serán invisibilizados.
Durante la jornada de ayer las comisarías de la Capital tucumana y posteriormente Unidades Regionales del interior se fueron plegando a la protesta iniciada el lunes por la Patrulla Motorizada. El malestar se debe a los bajos sueldos que perciben.
En este sentido, exigen un básico de $2500, el pase a planta permanentes de 600 transitorios y la renuncia de los jefes de Policía, Hugo Sánchez y de Fernando Maruf de Inteligencia (D2).
Ayer en últimas horas de la noche el gobierno propuso elevar el básico a $1800 cosa que fue rechazada por los uniformados. Por este motivo, los policías recalcaron que continuarán con las protestas que se llevan a cabo en la entrada de la Jefatura, sobre la calle Italia al 2.500.
“Estamos dispuestos al diálogo”
El ministro de Seguridad Ciudadana, Mario López Herrera, en diálogo con la prensa, explicó en relación a los reclamos salariales de la Policía que “cada régimen tiene sus particularidades. Hay que ver cual es el resultado en los bolsillos, no el porcentaje. El gobernador aclaró que no se le dio menos que a los estatales, y si hay una diferencia se la reconocerá”.
A su vez, López Herrera, comunicó, en relación a la estabilidad laboral de los efectivos de la Fuerza que prácticamente no existen contratados y en el caso de los transitorios, cuando cumplen el año de servicio, pasan automáticamente a planta permanente. El funcionario, indicó sobre el pedido de mejora salarial que solicitan los policías, que “no tengo problema de recibir a quien sea, estamos dispuestos al diálogo. Estoy dispuesto a explicar todo lo que planteen”.
Mientras se cerraba la noche, los efectivos policiales continuaban en las puertas de la Jefatura y anticiparon que se mantendrán en su actitud de reclamo, aunque se mostraron preocupados por las versiones surgidas desde Casa de Gobierno que indicaba que funcionarios provinciales le habían pedido al ministerio de Seguridad de la Nación, el concurso de efectivos de Gendarmería para que se hagan cargo de las tareas de custodias y en la prevención de un probable conflicto de extenderse la protesta local.
Resultaron inútiles los esfuerzos por encontrar que algún funcionario confirmara el pedido a la Nación, no obstante, fuentes confiables aseguraron que esperan solucionar el conflicto durante la mañana, a más tardar al mediodía ya que a último momento parecieran haber encontrado una forma de entablar un diálogo con voceros de los uniformados que permitiría concretar una salida a la afligente situación.
Además, las mismas fuentes se mostraron preocupadas por el uso político electoral que según sus estimaciones estarían intentando realizar partidos y referentes de la oposición.
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