La organización Amnistía Internacional (AI) pidió al gobierno paraguayo que ponga fin a las torturas que, según afirma, todavía son aplicadas por los policías.
El reclamo fue hecho en un comunicado dado a conocer con motivo del lanzamiento en el país de la campaña "Seguridad con Derechos Humanos".
En una parte del documento, AI pide al gobierno de Paraguay
que adopte "acciones para poner fin a la tortura y otros tratos
o penas crueles, inhumanos o degradantes".
La organización califica de "alarmante" la impunidad reinante
en la materia, y afirma que desde 2000 se denunciaron 900 casos
de torturas o malos tratos, de los cuales solo cuatro terminaron
en acusación y dos en condena.
El informe indica que las torturas se aplican principalmente
en el tiempo de detención de personas en las patrullas o
durante el traslado a centros de detención, y en menor medida en
las comisarías.
Afirma también que "las mujeres estarían expuestas a tratos
de agresión y violencia sexual" por parte de los agentes.
Asimismo, solicita investigación sobre casos de asesinatos y desaparición de dirigentes campesinos, en su lucha por la reforma agraria, entre 1989 y 2005.
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