La pronta reacción del mandatario no permitió que el "descontento" en la Policia Motorizada se extendiera a otras dependencias policiales. El reclamo no llegó a constituirse ni en petitorio, aunque se puede atribuir a las acciones al hasta ahora no reconocido "sindicato".
En todo momento, tanto los efectivos de la Motorizada como los funcionarios que establecieron el diálogo se cuidaron de calificar a las acciones como de "autoacuartelamiento". No obstante, en la memoria reciente de los tucumanos quedaron los "levantamientos" que llevaron a la fama a policías como "El Malevo" y tantos otros que amargaron a las instituciones y sus representantes en más de una oportunidad, con sus acciones de presión. Aquel desconocimiento de las autoridades constituídas fueron frecuentesdesde el retorno a la democracia (Fernando Pedro Riera) hasta la Intervención Federal (Julio César Aráoz-1991). Desde esos días, hasta ahora, casi 20 años han pasado para que el "arrebato" uniformado ponga en aprietos a los gobernantes. De todas formas, lo ocurrido ayer dejó un tembladeral en Seguridad, que podría despertar relevamientos hasta ahora negados.
Anoche, al cierre de esta edición, en Casa de Gobierno se analizaban cambios en el área de Seguridad.
En la siesta de ayer un grupo de policías, acompañados por sus familiares, quemaron cubiertas en las puertas de la Jefatura de Policía de la Provincia, para reclamar un aumento salarial y la liberación del policía retirado Marcelo Vogler, quien promueve la creación de un sindicato policial.
De esa forma, medio centenar de efectivos de la Patrulla Motorizada, acompañados de familiares mantuvieron un corte, con incendio de cubiertas, frente a la Jefatura para exibir aumentos salariales y mejores condiciones laborales, lo que provocó un tembladeral en el área de Seguridad conducida por Eduardo López Herra, quien mantuvo informado al gobernador desde el mediodía hasta pasadas las 23.
El Jefe policial, Hugo Sánchez, en apurado diálogo con TVPrensa, el informativo de Canal 10, aseguró que los efectivos que expresaron su descontento le hicieron saber a través de uno de sus voceros que "habían interpretado erróneamente los incrementos salariales".
En tal sentido detalló que al aplicarse el incremento del 30% anunciado la semana pasada un agente común recibirá $ 500 y un Sargento Ayudante $ 800, no bonificable.
Además se quejó de no conseguir "interlocutores válidos" de parte de los efectivos que llevaban adelante la protesta y se manifestó dispuesto al diálogo, al tiempo que reconoció que durante toda la jornada tuvo contactos con oficiales retirados, quienes le habrían manifestado las inquietudes que animaban la protesta.
En tal sentido dijo que la petición de reformas a la Ley 3823, sobre el retiro policial y la necesidad que la ART extienda su cobertura por 24 horas, deberán ser tratados en los ámbitos que corresponde. Será tarea de la Legislatura y la negociación con la ART, la que permita conseguir satisfacer sus demandas.
El clima enrarecido que se vivió desde temprano se extendió prácticamente hasta el final de la jornada. Más aún, cuando los efectivos se enteraron de la detención del policía retirado Marcelo Vogler, quien intentó oficiar de negociador por parte de los "descontentos".
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