El presidente Barack Obama anunció este lunes su intención de buscar un segundo mandato en la Casa Blanca, instando a sus seguidores a "proteger el progreso" realizado tras dos años difíciles, y a continuar con su cruzada de cambio.
Obama, más canoso y casi irreconocible como el profeta de la esperanza que llegó al poder en 2008, inició el camino hacia las elecciones de noviembre de 2012, con un correo electrónico a sus partidarios y un vídeo que lanza su "última campaña" electoral.
"Hoy, estamos presentando documentos para lanzar nuestra campaña de 2012", dijo Obama en un comunicado, una estrategia que le permitirá recaudar fondos para lo que podría ser una elección de mil millones de dólares.
Obama prometió una campaña de mayor alcance, más centrada y más innovadora, y admitió que los últimos dos años de lucha por las reformas habían sido tal vez más difíciles de lo que muchos seguidores esperaban. "También sabíamos que el cambio duradero no vendría rápidamente o fácilmente. Nunca lo hace", escribió Obama.
"Pero mi gobierno y mi gente en todo el país luchan para proteger el progreso que hemos hecho..., nosotros también tenemos que empezar a movilizarnos para 2012, mucho antes de que llegue el momento de que yo empiece a hacer campaña en serio".
El vídeo incluye escenas de estadounidenses contando cómo sus vidas cambiaron con el presidente y diciendo que Obama había cumplido con el cambio que prometió en 2008.
El logotipo de la campaña de Obama incluye la famosa imagen de un sol naciente utilizado en 2008, esta vez ubicado en el '0' de 2012.
"No estoy de acuerdo con Obama en todo, pero lo respeto y confío en él", dice un hombre en el vídeo.
A pesar del constante fantasma de la crisis que rodea la Casa Blanca, Obama, de 49 años, aparece en sorprendente buen estado 19 meses después de la elección, en parte porque el opositor Partido Republicano parece no tener un heredero en vista.
Obama, a quien se le adjudica haber realizado la campaña de mayor convocatoria de la historia en 2008, debe encontrar un nuevo mensaje para volver a captar seguidores como lo hizo con su frase de "Sí, podemos".
La campaña de 2008, desde el duelo inicial de Obama con Hillary Clinton, hasta su toma de posesión como primer presidente negro de Estados Unidos, marcó un hito, algo que no se repetirá en 2012.
Aunque muchos de los problemas de Estados Unidos son anteriores a la presidencia de Obama, el mandatario representa ahora la lenta recuperación económica del país y su disminuida influencia en el extranjero.
Aún así, la semana pasada surgió un rayo de esperanza para el presidente al conocerse la caída de la tasa de desempleo al 8,8%, su nivel más bajo desde marzo de 2009, lo cual sugiere una mejora de la economía, siempre crucial en las elecciones en Estados Unidos.
Obama también puede presentarse como un reformador auténtico después de sus históricas leyes de reforma del sistema de salud y de limitación de los excesos de Wall Street. Pero la ley de reforma del sistema de salud sigue generando divisiones y Obama no ha cumplido otros grandes objetivos prometidos, como el cierre de la prisión para sospechosos de terrorismo en Guantánamo.
©AFP / Gustavo Izús
Las encuestas muestran un nivel de aprobación a Obama cercano al 40%, con fuerte presencia del mandatario en relación a posibles rivales.
Sin embargo, aunque la aceleración de la economía puede beneficiar su carrera hacia la reelección, cualquier dificultad en ese campo podría traerle problemas.
Además, los republicanos ya cuestionan la respuesta de Obama a las crisis en Libia y en el resto del Oriente Medio, diciendo que aparece como un líder débil, con una política exterior confusa.
Uno de sus posibles candidatos, el ex gobernador de Minnesota Tim Pawlenty, lanzó un duro anuncio en internet en el que juega con uno de los lemas favoritos de Obama. "¿Cómo puede América ganar el futuro, cuando estamos perdiendo el presente?", se pregunta Pawlenty.
Un repunte en el derramamiento de sangre estadounidense en la guerra de diez años en Afganistán también podría sacudir el escenario político. Pero el presidente se apresta a declarar en diciembre que ha cumplido su principal promesa de campaña: poner fin a la guerra en Irak.
Por otro lado, el Partido Republicano, arrastrado del crucial centro político por el ultraconservador movimiento del Tea Party, no tiene un candidato claro. Entre los posibles postulantes están el ex gobernador de Minnesota Tim Pawlenty; y el de Massachusetts, Mitt Romney; el ex presidente de la Cámara de Representantes Newt Gingrich; el gobernador de Alabama, Haley Barbour; y Mike Huckabee, quien ganó en Iowa en 2008.
Sarah Palin todavía debe pronunciarse, pero su popularidad parece haber caído estos días ante una nueva estrella femenina, la representante Michele Bachmann.
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