El rector de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT), Juan Alberto Cerisola, presidió el acto central de los 107 años de vida de la Escuela Sarmiento, y remarcó la importancia y el compromiso de la UNT para con la sociedad.
En su discurso, Cerisola destacó los principios irrenunciables de nuestra Universidad: Cogobierno, la Autonomía, la Autarquía, la Gratuidad y, muy particularmente, la Experimentalidad.
No obstante, puntualizó que esos valores basados en la Reforma Universitaria de 1918, no son gratuitos, sino que se profundizan día a día gracias al compromiso de la comunidad universitaria.
“Cogobierno significa que los claustros universitarios, mancomunadamente, rigen los destinos de la Universidad pública. Es en la Comunidad Universitaria donde descansa la soberanía y en virtud de sus Estatutos, se elige democráticamente Rector, Consejo Superior; Decanos de Facultades, Consejos Directivos”, explicó.
En este sentido, el Rector aseguró que el cogobierno también se desarrolla en las escuelas experimentales, donde el grado de participación de los estamentos es fundamental. “No son en absoluto expresión del cogobierno cualquier manifestación particular que se arrogue el derecho de tomar por la fuerza institutos, cátedras, facultades, escuelas, rectorados, impidiendo circular o enseñar, son pretexto de representar a las bases. Tristemente, luego de muchos años de verlo afuera, lo vi también en nuestra Casa, cuando estudiantes de Filosofía y Letras, acompañados de grupos externos a la UNT, violentaron una reunión del Consejo Superior. En democracia se dialoga y se expresa hasta el último aliento, pero se respeta a ultranza los canales instituidos”, evaluó.
Respecto de la Autonomía, Cerisola
remarcó que los Estados provinciales y el Nacional deben ser garantes
respetuosos de la autonomía de las instituciones universitarias. “La
propia Universidad debe darse sus normas y órganos de gobierno, con la
sola exigencia de respetar la Constitución Nacional”, subrayó.
“La
Constitución establece también el principio de Autarquía. En nuestro caso
particular, nos falta claramente que el Estado proporcione el presupuesto
suficiente que necesitamos, para que se realicen cada una de nuestras
tareas específicas. Espero, y lo reclamo nuevamente, que esto se corrija”,
reclamó.
En cuanto a la Gratuidad, el Rector manifestó que ésta implica
el acceso y permanencia en las instituciones de la UNT de manera gratuita.
No obstante, esa gratuidad tiene un precio. “No debemos olvidar que la
economía de un país no es un mecanismo automático, sino que los servicios
públicos significan gastos que le cuestan a alguien. El privilegio muchos
han tenido, de una educación ‘gratuita’, es un gasto que le ha costado a
la sociedad, del cual en realidad se benefician y se beneficiarán sólo un
número bastante pequeño, lo que demuestra cuán lejos estamos todavía de la
equidad, y cuán mayor debe ser su compromiso con el estudio”,
enfatizó.
La Experimentalidad es la que proclamaba Juan B. Terán, quien
no quería que egresaran de estos claustros “élites de intelectuales”, a
quienes llamaba “togados sin destino”, “facciosos o burócratas a la caza
de puestos de poder”. “Pretendía que los egresados de la UNT fueran activo
servidores de su medio y de su tiempo, en este caso, de esta provincia y
de la región NOA”, manifestó.
Seguidamente, el Rector destacó la
consolidación del modelo de Gestión universitaria, que se hace cargo de
todos los problemas. “Este modelo apunta a seguir superando la
fragmentación de las unidades académicas, incluso del pre-grado
universitario; a solucionar las limitaciones económicas y edilicias que
nos afectan; a atender las múltiples problemáticas de nuestros
estudiantes, colocando la ciencia y la academia en un lugar superior,
preponderante, a aquel que ocupó hasta ahora”, aseguró.
Finalmente, Cerisola ratificó que no está dispuesto a consentir que la UNT sea rehén de intereses externos a su propia existencia. “No somos empleados de ningún gobierno, ni rehenes de ningún partido político. Somos la Universidad pública, lugar de encuentro del saber y sede de pluralismo, para todos los que piensen igual o distinto. No somos botín de nadie. Somos sede de la Academia, en el más alto sentido del término”, precisó.
A modo de conclusión, el Rector celebró el cumpleaños de la centenaria institución y auguró: “espero que para los 108 años, nos encontremos en el Patio de la que entonces será la ex Legislatura, parte del histórico solar de esta casa”.
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