El "trato igualitario" hacia América Latina prometido por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, careció de propuestas concretas y tuvo omisiones importantes, opinaron analistas y políticos chilenos, mientras el presidente, Sebastián Piñera, dio por inaugurada una nueva era.
"La visita del presidente Obama fue solamente llamativa, con mucho ruido y pocas nueces", opinó el ex presidente del Senado Jorge Pizarro, demócrata cristiano.
"No se trató ningún tema referente al desafío que tiene
Latinoamérica de avanzar en la lucha contra la pobreza y tenemos
más de 200 millones de pobres y 50 millones de latinos que viven
en situación de indigencia, y respecto de eso, el cumplimiento
de las metas del milenio, no dijo nada el presidente Obama",
agregó el ex presidente del Parlatino.
Tampoco, observó Pizarro, "se dijo nada en materia de
apertura comercial y avance de tratados de integración que
permitan el acceso igualitario y libre de los productos de
Latinoamérica a Estados Unidos y más aún se sigue con un
proteccionismo en las áreas agrícolas que no se condice con las
palabras de buena crianza que se plantearon".
En cuanto al trato a los inmigrantes, "es el pecado capital
más grande que tiene Estados Unidos hoy día y el presidente
Obama tampoco planteó nada a América Latina. Nosotros tenemos
millones de emigrantes que están en situación irregular y que se
les trata como delincuentes, con legislación como la ley de
Arizona", apuntó.
Piñera dijo, en cambio, que "esperar que Estados Unidos fije las pautas de América Latina es algo propio del pasado, el futuro es una relación entre iguales, en que juntos trabajemos en hacer realidad esta nueva era y esta nueva etapa".
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