El Centro INTI-Cereales y Oleaginosas desarrolló pastas frescas y secas utilizando harinas no tradicionales, que poseen ventajas nutricionales por sobre las ya existentes en el mercado.
El Instituto, a través de su Centro INTI-Cereales y Oleaginosas, llevó adelante un desarrollo con el cual se logró elaborar pastas frescas y secas utilizando harinas no tradicionales.
El objetivo principal del proyecto radica en la obtención de productos que contengan un mayor porcentaje de fibra, aceites naturales y de componentes bioactivos derivados de granos. Este proyecto fue concebido dentro de la línea del Fondo Tecnológico Argentino (FONTAR) del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva (MINCyT) de la Nación, del
que recibió aportes no reembolsables para su ejecución. Todo se inició cuando una pyme solicitó asistencia técnica sobre la elaboración de pastas secas.
En los
90, con el crecimiento y desarrollo de los
hipermercados, los consumidores accedieron a
comprar la modalidad seca en esos lugares a un
precio menor, con lo que las fábricas de pastas
artesanales (fideeras) dejaron de ofrecerlas. En
consecuencia, con este proyecto se buscó regenerar
el canal de distribución que se perdió mediante la
producción de pastas secas artesanales de calidad
superior, y funcionales.
Si bien en el mercado
local se venden actualmente pastas con harina de
salvado, sémola, semolín y harina, la diferencia
fundamental en estos productos artesanales radica
en la inclusión de harinas multigranos, que
aportan muchos beneficios para la salud, ya que
brindan un mayor porcentaje de fibra,
fitoestrógenos, flavonoides y ácidos grasos
especiales, todos éstos importantes para la
alimentación. Además, las pautas nutricionales
modernas recomiendan la ingesta de 6 a 11
porciones diarias de alimentos del grupo de los
cereales, de las cuales el 50% debe ser de
característica integral.
Cocción en
tres etapas
El
proyecto se puede resumir en tres etapas
principales:
a) Etapa preliminar: Diseño de planta, reacondicionamiento del local donde se llevó a cabo el proyecto, de acuerdo a las normas y reglamentaciones vigentes para establecimientos elaboradores de alimentos.
b) Etapa de desarrollo: Aquí se formuló una pasta seca utilizando harinas no tradicionales, realizando los análisis físico-químicos, microbiológicos y nutricionales; se aseguró la calidad de los productos cocidos; valoración visual, liberación de almidones durante la cocción, textura, sabor y aroma, y el etiquetado nutricional y desarrollo de programas de secado de las pastas. Toda esta etapa se realizó en las instalaciones de INTI-Cereales y Oleaginosas.
c)
Etapa de transferencia tecnológica: Reproducción
de los resultados obtenidos en la planta piloto de
INTI-Cereales y Oleaginosas a escala industrial en
las instalaciones de la empresa; realización de
los análisis de las muestras obtenidas y el ensayo
de la vida útil.
El proyecto reviste una gran importancia por lo innovador del producto, en consonancia con las tendencias nutricionales modernas respecto al consumo de grano entero y mezclas de cereales y oleaginosas, generando así un nuevo nicho en el mercado a la hora de comercializarlos. Otra ventaja radica en el incremento de la vida útil de los productos, disminuyendo el costo de logística y distribución, al no tener que depender de la cadena de frío. Además, la tecnología utilizada es simple y de bajo costo operativo, y la maquinaria está disponible en el mercado local. En cuanto al secadero, es estático y posee una capacidad promedio de 200 kilos de pastas secas por vez.
En cuanto a
los logros obtenidos, se destaca la presentación y
aprobación del proyecto ante el FONTAR - lo que
permitió conseguir parte de la financiación-, el
diseño de la planta, lay-out y la
asistencia técnica, así como el acondicionamiento
del local elaborador según las condiciones que
exige el Código Alimentario Argentino y las
reglamentaciones municipales y nacionales,
inscribiéndose la planta en el Registro Nacional
de Establecimientos (RNE). El aspecto tecnológico
se refleja en el desarrollo de las pastas secas
con harinas no tradicionales a escala en la planta
del INTI, el diseño de las curvas de secado, los
análisis físico-químicos y microbiológicos de los
productos obtenidos, así como la evaluación
química, nutricional y funcional de los productos
obtenidos.
En el corto
plazo, se pretende llevar a escala industrial el
proceso tecnológico desarrollado -para lo que se
trabajará en la planta elaboradora-, determinar la
vida útil del producto, obtener el registro de
productos y la aprobación de rótulo, y
comercializar el producto desarrollado,
restableciendo el canal de distribución existente
en décadas anteriores, de forma tal de ofrecer un
producto funcional e innovador.
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