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AMPLIARSecretaria de Familia y Minoridad de la Provincia, Daniela Bravo

Apelan al arte como herramienta de inclusión social

La directora de Familia y Minoridad de la Provincia, Daniela Bravo destacó el hecho de que el arte es una herramienta importante para erradicar la exclusión en niños y adolescentes. “La experiencia nos fue demostrando que tienen mucho potencial pero faltan lugares”, sostuvo. Además aseguró que la criminalización de los jóvenes es “un estigma social que les pesa tanto que no les permite Ser”.

“Venimos desde el año pasado apostando al acceso de bienes culturales en la población de chicos que están excluidos”, contó en una entrevista con TucumánHoy, la secretaria de Familia y Minoridad de la Provincia, Daniela Bravo. En este sentido agregó que “vemos una muy buena respuesta de los chicos”.

La intención de la funcionaria es que se sigan abriendo espacios de participación donde exista intervenciones artísticas porque “la experiencia nos fue demostrando que tienen mucho potencial pero faltan lugares”, por eso “estamos trabajando en conjunto con el Ente Cultural”.

Bravo adelantó que este año “seguiremos sosteniendo muy fuertemente el trabajo que venimos realizando con base territorial en cuatro barrios: el Juan XXIII, Alejandro Heredia, Los Pocitos y 1° de Mayo. Allí está instalado el programa Chicos en Situación de Calle a lo que se sumará un dispositivo de operadores. Esto es así porque consideramos que el Estado sin un trabajo articulado con asociaciones civiles no puede generar instancias de inclusión. Es decir que las actividades no sean solo un pasatiempo sino que se conviertan en lugares que los incluya” y sean “ellos quienes transmitan sus necesidades a los adultos”.

Son alrededor de 50 chicos por cada barrio, de entre 6 a 18 años. Las tareas se dividen en dos franjas. Los niños de entre 6 a 12 tienen ciertas actividades y los de 12 a 18 otras, “porque cuesta encontrar opciones de trabajo que los agrupe”, destacó.

Respecto a la criminalización de los jóvenes Bravo indicó que “están en la mira con un estigma muy fuerte y los culpan de un montón de cosas que tienen que ver con una situación social. Ahora están aflorando situaciones que eran previsibles que pasen, ya que los que hoy son adolescentes vivieron una época muy compleja en el país con muchísima exclusión y hoy son un emergente”.

A su vez dijo que “el hecho de abrirles puertas les da una participación que sorprende. Casualmente un grupo de La Trinidad, de 18 años, está armando un proyecto de una escuela de música. La idea es levantar una escuela que fue importante para la comunidad, siendo ellos quienes dan las clases a los más chicos, difundiendo música en barrios de esa localidad. Lo cual demuestra que el estigma social les pesa tanto que no les permite Ser”.

Sebastián Ganzburg