Con muy poco Patronato amargó a Atlético

El equipo de Hrabina se perdió en la instrascendencia, la misma que viene evidenciando en este 2011.

El golazo de Chávez en Córdoba tapó lo mal que viene jugando el Decano tucumano y que deriva en éstos tipos de partidos donde unicamente la solidez de Lucas Ischuk, quién ayer fue el principal culpable del gol de Patronato, el despliegue de Gallardo, el único que cumplió,  y el desequilibrio de Chávez que ayer estuvo ausente. Pelota parada . Lo dijimos en la previa que ésta iba a ser el arma fundamental del partido. Tal es así que los 3 goles fueron de cabeza y por ésta vía.

Buen comienzo decano, con la mirada puesta en el arco de Bértoli, hacía preveer que Atletico volvería con un buen resultado si tomamos en cuenta lo poco que tiene Patronato. No fue así. Los dirigidos por Enrique Hrabina carecieron de ideas para llegar con el último pase a zona de gol. Cristian Chávez no fue ni cerca el mismo que se retiró ovacionado de la cancha de Instituto. Aún así tuvo algunas situaciones favorables, pero el arquero local estuvo sólido y atento.

Temprano, el dueño de casa se puso en ventaja por intermedio de Leonardo Roda, que con la complicidad de Ischuk abrió el marcador a los 7 minutos. Empató Enzo Maidana a los 22, luego de una jugada de Chávez que cedió para Fondacaro(Se retiró con una seria lesión), éste remató y derivó en un rebote capitalizado por el ex goleador de UTA, quien marcó el empate.

En el segundo período el partido se hizo muy aburrido hasta los 17 minutos; un córner desde la derecha terminó en la cabeza de Franco Miranda, quién venció la resistencia del arquero visitante, ante una defensa dormida y marcó el desnivel. 2 a 1, que sería el resultado definitivo. Por agresión, se fue expulsado Emanuel Urresti. Ni el hombre de más, ni los cambios introducidos por Hrabina, que dirigió gran parte del partido desde la platea por haber sido expulsado por el árbitro Diego Ceballos, pudieron vencer la muralla formada por Fuentes. Atlético desordenadamente buscó el empate, pero con escasas ideas se fue de Paraná con las manos vacías.

Daniel A. Villalba