El turismo orientado a este segmento está en ascenso en la Argentina. El colectivo LGBT (Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans) atrae un importante caudal de turistas a la Ciudad de Buenos Aires y al interior del país. Según cifras oficiales, entre el 15 y 20% del total de visitantes del exterior pertenecen a este grupo.
Hoteles, comercios, bares, guías. la oferta para los visitantes -o residentes- de la comunidad gay va creciendo. Hace pocos días, por ejemplo, se anunció que en diciembre de este año zarpará desde el puerto de Buenos Aires el primer crucero para homosexuales organizado por los operadores locales Thesys y Eurovips, junto con la consultora Gnetwork 360.
Se espera que Ego, como se denominó a la experiencia, dejará unos US$ 3 millones en el país luego de recorrer las costas uruguayas.
El segmento LGBT (Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans) atrae un importante caudal de turistas a la ciudad. Según cifras oficiales, entre el 15 y 20% del total de visitantes del exterior pertenecen a este grupo.
Los cálculos del Ente de Turismo porteño -miembro de la International Gay & Lesbian Travel Association desde el año pasado-, señalan que la mayoría proviene de los Estados Unidos, Brasil, Alemania y España, y gastan unos 200 dólares diarios, con una estadía de 12 días, en promedio. Un 70% permanece sólo en suelo porteño, atraído por la diversidad de actividades, en especial artísticas, que ofrece el lugar.
Palermo, que figuró en 2009 entre los barrios gay friendly más destacados del mundo. En San Telmo hizo pie hace más de tres años la reconocida cadena hotelera Axel. El costo de una habitación estándar es de 120 dólares (unos $486).
En la ciudad, no dudan del envión que brindó el reconocimiento de la unión civil en 2002 y la reciente aprobación de la ley de matrimonio igualitario para el posicionamiento del destino.
Tendencia expansiva. Desde hace años, la tendencia está en expansión y las autoridades porteñas buscan profundizarla como parte de un plan más abarcativo de promoción del turismo. En números absolutos, durante 2008 llegaron unos 500.000 visitantes de lo que ya ha dejado de ser un nicho. El año pasado, las proyecciones apuntaban a incrementar esa cifra en 30.000.
"En este nuevo escenario, las proyecciones de crecimiento del segmento son significativas", auguraron en la oficina de turismo porteña, basado en cifras reales: la participación del gasto en el total fue del 14% (275 millones de dólares) en 2008. El año pasado, esa cuota de participación trepó al 18%, indicaron.
En julio del año pasado, Buenos Aires fue sede por tercer año consecutivo del evento de marketing y turismo LGBT más grande de América latina, Gnetwork 360. Esta feria, avalada también por las autoridades de la Secretaría de Turismo de la Nación, estuvo orientada a la generación de negocios, aunque con un objetivo que trasciende hacia la promoción de factores culturales.
Varias marcas acompañaron el evento. Delta Air Lines fue el principal sponsor, aunque también hubo otras aerolíneas, hoteles, agencias de turismo y firmas de indumentaria y accesorios de primera línea que no quieren perderse la oportunidad.
Buena parte de este público foráneo, apuntan los conocedores del mercado, pertenece al estrato más alto de los consumidores. Y eso hace que muchos operadores de turismo a nivel mundial -especialmente después de la crisis-, busquen seducir a este grupo. Pero eso no es tarea fácil.
Un artículo reciente de la agencia AFP, publicado en el blog de la cadena de hoteles Axel, destaca que quienes busquen orientar su negocio al segmento corren el riesgo de caer en lugares comunes, sin éxito. "No hace falta colgar la bandera multicolor en la puerta de su negocio. Lo último que uno quiere hacer es caer únicamente en el uso de clichés, porque el mercado LGBT se dará cuenta de eso inmediatamente, lo cual será contraproducente", dijo Clark Massad, representante europeo de la Asociación Internacional de Turismo Gay y Lésbico (Iglta), citado por la agencia de noticias.
El experto agregó una advertencia: "El mercado LGBT es extremadamente diverso", ya que los turistas pueden estar buscando todo tipo de actividades, desde vida nocturna y playas, hasta actividades culturales. "Todo el mundo quiere estereotipar ciertos destinos gay, pero yo creo que eso es algo muy peligroso porque cualquier ciudad que sea un importante destino turístico hoy en día tiene la posibilidad de atraer el turismo LGBT", concluyó.
La clave, señalan los operadores, es hacerlos sentir como lo que son: iguales a cualquier otro huésped.
Fuente: La Nación
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