Expresó Emilse Moler ante un Salón Blanco colmado de estudiantes secundarios. La docente sobrevivió a “La Noche de los Lápices”. Habló sobre su vida, inundada de militancia. Respondió preguntas de los chicos. Abogó por la militancia y el compromiso político. “Estamos trabajando para que los chicos tengan los espacios de participación”, dijo la ministra.
Emilse Moler es sobreviviente de “La Noche de los Lápices”. Tras ser dejada en libertad vigilada, cambió radicalmente de vida: de Bellas Artes pasó a Matemáticas, se mudó a Mar del Plata y tardó mucho tiempo en regresar de su exilio interno.
Profesora en Matemáticas, master en Epistemología e investigadora en la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Mar del Plata. Allí vive con Fernando Cuesta, su marido de toda la vida y con sus hijos. Inquieta, vivaz, le gustan los deportes, el estudio y la indagación. Se instaló en Mar del Plata durante la dictadura militar, en 1978, bajo un régimen de libertad vigilada que duró más de un año. Nadie lo supo durante mucho tiempo, pero ella venía de la Unidad Carcelaria de Villa Devoto luego de haber sido secuestrada en lo que se llamó “La Noche de los Lápices” y permanecer más de tres meses en dos centros clandestinos de detención.
Ayer, invitada por el Ministerio de Educación de Tucumán, brindó en el Salón de Actos de Casa de Gobierno una disertación, ante estudiantes secundarios, sobre su vida. Respondió preguntas de los chicos. Abogó por la militancia y el compromiso político.
“La participación de los chicos, sus comentarios, opiniones, realmente muestran que tenemos que seguir construyendo la escuela que queremos”, comentó la docente a los periodistas.
Parte de la charla de Emilse se centró en su militancia, que constituye gran parte de su vida. “Nunca dejé de creer que los cambios son posibles, que podemos construir una sociedad mejor. Por eso es necesario resignificar los hechos del pasado en un presente tan promisorio como el actual”, comentó. “Estos intercambios generacionales son muy productivos”, agregó.
Una de su salida a tanta represión fue el estudio. “La educación es fundamental porque el saber y conocer te hacen mejor persona. Te prepara. Muchas veces para mi, el estudio, fue un espacio de libertad”, relató.
En el tiempo que habló el clima en el Salón de Actos era ameno. Los chicos escuchaban con mucha atención e interés. Incluso alguno se animó a cuestionarle a la ministra el sistema educativo por su bajo nivel de formación, según dijo. De este modo, tanto la titular de esa cartera como Emilse explicaron como se está superando la crisis de los ’90 y además destacando la actitud inclusiva de la nueva escuela pública, cuyo lema es educación para todos y todas.
“Por primera vez me siento oficialista”, comentó más tarde Moler. “Siempre abracé la política desde la militancia. Apoyé a Cámpora luego no me sentí cómoda con los gobiernos hasta que llegó Kirchner. Sin embargo siempre milité en el ámbito de los derechos Humanos”.
Por su parte la ministra Silvia Rojkés de Temkin consultada sobre los centros de estudiantes en las escuelas secundarias dijo: “estamos trabajando para que los chicos tengan los espacios de participación”.
Sebastián Ganzburg
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