De cuatro llegadas claras concretó dos, una de penal, y se quedó con un dramático triunfo sobre el santo sanjuanino. San Martín de Tucumán 2 , San Martín de San Juan 1. Centurión y Bustos de penal los tantos del local, mientras que Penco el de la visita.
Goles son amores dice un dicho popular futbolero.
Y eso fue lo que pasó ayer en un colmado estadio de la Ciudadela, donde el equipo de Carlos Roldán se quedó con los tres puntos y la gente de Darío Franco vuelve a su provincia con las manos vacías..
Así es este aburrido fútbol de nuestros días. Un claro ejemplo de ello fue lo que sucedió en el primer tiempo del encuentro entre los dos San Martín de la B Nacional. 45 minutos para el olvido para quiénes concurrimos a la cancha por razones laborales y no por simpatía a algún equipo. Claro está que los “cirujas” deliraban en las tribunas al inicio del encuentro y luego de la perfecta triangulación entre Gabriel Bustos, Raúl Savedra y Emanuel Centurión que definió con toque suave al palo izquierdo del arquero . Luciano Pocrnjic Se jugaban 20 minutos del primer tiempo y el local se ponía 1 a 0.
Pero dentro de la mediocridad con que se jugaba el mejor juego estaba por el lado de San Martín de San Juan, pero sin inquietar a Julio López ( de buen trabajo ayer). La cosa no cambió todo siguió igual: el local defendiendo y la visita atacando pero tibiamente.
El segundo tiempo arrancó con más movilidad con el equipo sanjuanino lanzado en busca del empate y el tucumano jugando de contragolpe y metido más atrás luego del penal convertido por Gabriel Bustos a los 9 minutos, después de una infracción a Lucas Oviedo (durmió todo el primer tiempo) que se había “despertado en el vestuario” y salió con más ganas trabajar.
Con la clásica y preocupante táctica, de Carlos Roldán, de retroceder y entregar terreno, espacios, pelota al rival cada vez que San Martín consigue una ventaja para ponerle dramatismo al partido. Sebastián Penco, Mariano Messera y Roverbal ( reemplazaron a Scatolaro, Barreiro y Canuto) le pusieron más vértigo y llegadas al accionar de los sanjuaninos y una pelota cruzada por Roverbal para Penco se convirtió en el merecido gol de la visita. Corrían 18 minutos y comenzó el drama en espera del final.
San Martín de Tucumán, no merecía el triunfo, su rival merecía el empate, pero esto es fútbol, del malo si, pero fútbol al fin. En la rueda anterior el santo tucumano no la embocaba y hacía merecimientos. Ayer le tocó al reves y se quedó con los trs puntos. Es lo que le importa a todo el pueblo santo.
Daniel A. Villalba
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