Rogelio Gordillo, el célebre Pibe Cabeza, muere al resistirse a la policía que lo había cercado en el porteño barrio de Mataderos. Peluquero de profesión, respetado por el pueblo, en la Década Infame fue protagonista de espectaculares asaltos bancarios en ciudades y pueblos del sur de Santa Fe, este de Córdoba y noroeste de la provincia de Buenos Aires. VIDEO de Torre Nilsson recreando cómo lo mataron.
La Nación realizó la crónica de su muerte y Torre Nilsson la utilizó para recrear una de las últimas escenas de su filme El Pibe Cabeza. Tiroteo final detrás del árbol.
Su cabeza se encuentra exhibida en un frasco con formol, en el museo de la Morgue Judicial situada en la Capital Federal. Atesoradas en vitrinas, éstas y otras piezas recuerdan a delincuentes famosos y a resonantes crímenes. En el Museo de la Morgue Judicial se puede observar la cabeza de Gordillo.
Rogelio Gordillo, el célebre Pibe Cabeza, es uno de los personajes más extraños y violentos en la historia de la delincuencia argentina. En los años de la Década Infame fue considerado el «enemigo público número 1».
Sin embargo, esa condena parecía más una opinión de la policía y de la prensa. Como se pudo ver al momento de su muerte, entre el pueblo se lo respetaba y hasta se lo quería.
Ese es un primer enigma en su historia, ya que Gordillo «era simplemente un
pistolero, un matón, un asaltante y un asesino desprovisto de atenuantes
ideológicos», según dicen en un artículo sobre el tema Marcelo Vallejos y
Ernesto Zambrini.
El 9 de febrero una partida de la policía federal integrada por el comisario Héctor Fassio y los agentes Daniel Russo, Carlos Morales y Carlos Antequera rodean al malviviente en el barrio de Mataderos.
Las crónicas de la época dicen que el delincuente y sus perseguidores intercambiaron más de 60 disparos. Rogelio Gordillo es herido en el brazo derecho y luego otra bala le perfora el corazón.
El cuerpo cayó hacia atrás y quedó tendido boca arriba y con los ojos abiertos. El amor por una mujer terminó provocándole una “encerrona” policial en la vivienda de la calle Artigas 5549. La hermosa joven que enloqueció a Gordillo se llamaba María Romano, estaba embarazada y pocos meses después dio a luz a una beba.
Al momento de su muerte el delincuente colonense llevaba consigo seis pequeñas medallas. Estas imagines tienen una particular historia. Una de los recuerdos según averiguaciones fue un regalo del carrero rojense Ricardo Gil. Este particular personaje de nuestras pampas vasta-mente conocido y con amigos íntimos en Colón, le dedicó a Rogelio Gordillo los versos denominados el “Errante y el Pibe Cabezas”.
Las medallas fueron confiscadas por la Policía Federal y en el presente pueden
ser observadas en el museo de la fuerza policial. Su cabeza separa del cuerpo
para luego conservarla en formol.
Las investigaciones anteriores demostraron que días después de aquel 9 de febrero de l937, llegó al Cementerio Municipal de Colón, un cuerpo a cajón cerrado y que fue enterrado cerca de la gran cruz. Las investigaciones indicarían que se trataba del Pibe Cabeza. En este sentido, varios ex empleados del camposanto indican que todos los 9 de febrero, llega al lugar una misteriosa mujer que deposita flores amarillas en la tumba. La dama sería el fruto del amor entre el Pibe Cabeza y María Romano y tendría una edad aproximada a los 64 años.
Tal vez lo macabro de esta historia, es que la mujer esta rindiendo su homenaje a un cuerpo incompleto. La necrofilia de los argentinos hace que la cabeza de Gordillo se mantenga en formol a más de 250 kilómetros de la que sería su última morada.
Un poco de historia
El Pibe Cabeza nació en Colón el 9 de junio de l910. Su padre Segundo Gordillo fue un caudillo socialista que varias veces terminó apaleado en la comisaría de nuestra ciudad. Según su madre, Gregoria Lagarda esto marcó profundamente la vida del Pibe. Vivió en Colón durante 16 años ocupando diferentes domicilios.
En 1926, abandona Colón y se muda con su madre Gregoria Lagarda y seis hermanos a General Pico, provincia de La Pampa. Allí encontró trabajo siguiendo el oficio aprendido en nuestra ciudad se empleó en una peluquería de señoras y descubrió otro amor, al trabar relación con una chica dos años menor que él. Ese amor fue el origen de su perdición. En un gesto romántico, Gordillo propuso a su novia huir juntos del pueblo, en busca de la aventura. La chica aceptó, pero dos días después sus padres denunciaron el caso ante la policía. Y el 8 de febrero de 1928, el joven peluquero fue detenido y acusado de rapto y violación de domicilio.
Algunas versiones agregan más violencia de la historia y dicen que Gordillo baleó a la madre de su novia. Pero lo cierto es que, en el prólogo de su carrera criminal, el Pibe Cabeza aparece como la víctima de una injusticia. Ese es un rasgo que suele observarse en el surgimiento de ciertos héroes populares, que se entregan al delito y son perseguidos por la Justicia y la policía después de haber sufrido arbitrariedades por parte del poder.
Las caracterizaciones
Los folletines lo caracterizaban de distinta forma: «Viste un traje oscuro con las arrugas características de la ropa que ha permanecido guardada largo tiempo en el ropero _dicen J. E. Fentanes y R. F. Aramburu en un folletín sobre el personaje_.
Con el chambergo echado sobre los ojos verdes y profundos, se larga a caminar por la calle desierta bajo la lluvia, levantándose las solapas del saco. Tiene un lunar carnoso en la comisura izquierda de los labios. Es más bien bajo y de cuerpo menudo, medirá unos 1.66 y sobre el cutis blanco, a pesar de estar afeitado, se destaca su barba oscura».
Si entonces pasaba entre la gente sin ser reconocido, en poco tiempo más esa figura se haría célebre. La historia lo llevó a que su cabeza fuera exhibida como un trofeo y se venere en Colón un cuerpo incompleto.
Datos extraídos de www.colonbuenosaires.com.ar
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