Para lograr el respeto del uso tradicional y cultural de la hoja de coca, "Bolivia busca mecanismos y líneas de acción que podrían llevar hasta la denuncia de la Convención de 1961 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU)", manifestó el lunes el presidente Evo Morales Ayma.
En un encuentro con los jefes de las misiones diplomáticas acreditadas en Bolivia que le presentaron el saludo protocolar anual, Morales se refirió a la enmienda enviada a la ONU para lograr la despenalización del masticado o "acullicu" de la hoja de coca.
Esta práctica cultural ha sido penalizada por la ONU e
inclusive la hoja de coca fue incluida en la lista de estupefacientes
de la mencionada Convención.
El Jefe Estado lamentó que "por falta de información, en algunas
naciones todavía se confunda la hoja de coca con la cocaína, a los
productores de este cultivo con narcotraficantes y a las poblaciones
que usan la coca en su estado natural como dependientes".
Mencionó la existencia de estudios realizados inclusive por
universidades de Estados Unidos que establecieron que la hoja de coca
es un alimento y hasta sirve para fines medicinales y no es una droga.
El canciller David Choquehuanca convocó la pasada semana a dar a
conocer la investigación realizada por la Organización Mundial de la
Salud (OMS) sobre la hoja de coca en 1998 que establece que este
cultivo cuenta con propiedades alimenticias y medicinales.
Choquehuanca expresó que es inexplicable que la OMS no haya hecho
público el estudio para que la comunidad mundial conozca la realidad de
la coca.
En la reunión con las representaciones de países amigos, el
presidente boliviano manifestó el lunes que, por razones políticas,
algunas naciones se niegan a aceptar esa realidad y pretenden imponer
el mantenimiento la cláusula de penalización de la hoja de coca.
"Es una enorme contradicción que, por ejemplo, Estados Unidos
anuncie que respeta las tradiciones culturales de Bolivia con relación
a la coca, pero no apoye la enmienda de despenalización internacional
del masticado del producto, pese a la existencia de suficientes
estudios que demuestran que no daña a la salud humana".
Indicó que algunas naciones ya han planteado la necesidad de que si
no es apoyada la enmienda presentada por Bolivia, el Consejo Económico
y Social (ECOSOC) de la ONU convoque a una Conferencia Mundial en la se
debata la totalidad de la Convención de 1961.
"Es un derecho de los Estados miembros de la ONU denunciar la Convención de 1961", anotó el Primer Mandatario.
Aclaró que la demanda boliviana tiene como objetivo despenalizar el
masticado de la hoja de coca porque es una práctica cultural y
tradicional de los pueblos andinos, como Perú, Ecuador y Colombia,
además de otros como Chile y Argentina.
Organizaciones sociales de Bolivia han iniciado el lunes vigilias
en espera de la determinación de la ONU, una vez que vence el plazo
dado a sus naciones integrantes para que manifiesten su apoyo o no a la
autorización del masticado de coca.
Uno de los piquetes de ese movimiento social se ha asentado frente a la sede de la embajada de Estados Unidos en La Paz.
De acuerdo con los informes, bastará que solamente uno de los 190
miembros de la ONU no respalde la enmienda de Bolivia para que se
mantenga en la Convención.
Sin embargo ese hecho puede dar lugar a la convocatoria de una
Conferencia que debata a profundidad la mencionada Convención.
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