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La Justicia revocó el arresto domiciliario de Barreda y volvió a prisión

La Justicia de La Plata resolvió ayer que el odontólogo Ricardo Barreda, condenado a prisión perpetua por el cuádruple homicidio de su familia, regrese a prisión al revocarle el beneficio de arresto domiciliario por considerar "injustificada" una salida de su casa del barrio porteño de Belgrano.

La decisión fue tomada por el camarista penal platense Raúl Dalto, quien luego de analizar las pruebas y escuchar a testigos, consideró que Barreda no se sintió "tan mal" cuando abandonó su vivienda para dirigirse a una farmacia.

Tras arribar a ese fallo, Dalto envió una orden de detención al Juzgado de Rogatorias de turno en esta Capital Federal, desde donde personal policial se dirigió este mediodía a la casa donde cumplía arresto el dentista, situada en Videla 2333, de Belgrano.

Cerca de las 14.15, Barreda salió de la vivienda escoltado por policías federales, que lo subieron a un móvil de la fuerza y lo trasladaron hasta la ciudad de La Plata.

Alrededor de las 18, el Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) alojó al odontólogo nuevamente en el penal de Gorina, de régimen semi abierto, donde había estado preso hasta que se le concedió el arresto domiciliario, en mayo de 2008.

En el fallo, al que accedió Télam, el juez consideró que la salida a la farmacia "no estaba permitida y, en consecuencia, Barreda ha quebrantado el arresto domiciliario" y remarcó que, a instancias de su defensor, luego contó que fue a la farmacia a tomarse la presión, algo que no había hecho en forma espontánea.

El camarista dijo que está "plenamente acreditado" que Barreda transgredió el beneficio por las imágenes captadas por un canal de televisión -en las que se lo vio caminando junto a su pareja Berta André- y por la declaración que prestó el propio condenado cuando lo interrogó.

Respecto de las empleadas de la farmacia que declararon que no vieron a Barreda en el comercio, el juez dijo que sus explicaciones no lo convencieron, pero que no les iniciará actuaciones por falso testimonio.

"Ellas declararon, una que estaba limpiando y no lo vio y la otra que justo había salido y que se enteraron de que había ido Barreda por dichos de la esposa del propietario de la farmacia", recordó Dalto, quien dijo que tampoco consideró acreditado que fuese a tomarse la presión.

Agregó que ese mismo día, el 17 de enero, Barreda había ido al Hospital Pirovano y que la esposa del dueño de la farmacia, en otras ocasiones, había ido a atenderlo a su domicilio y en días posteriores el SAME concurrió a su casa por una descompensación.

Por su parte, Eduardo Gutiérrez, defensor de Barreda, dijo que el juez "llegó a una conclusión más médica que jurídica al entender que él no estaba lo suficientemente descompuesto como para no poder pedir auxilio desde su casa" y anticipó que apelará esta decisión.

En ese sentido, Dalto explicó que la defensa puede apelar ante los otros dos integrantes de la Cámara platense, que funcionan como tribunal de alzada, la medida que él adoptó, pero mientras ese planteo se resuelve, Barreda debe permanecer en la cárcel.

Mientras tanto, Horacio González Amaya, el abogado que representa a los familiares de las víctimas de Barreda, sostuvo tras conocerse el fallo que el odontólogo vuelve a prisión porque sigue siendo "un simulador".

Por otro lado, el camarista Dalto adelantó que el lunes debe resolver sobre la libertad condicional del odontólogo y aclaró que "son dos cosas distintas y en principio no tendría porque influenciarme".

"Por el cómputo que hice a fin de año le correspondía (la libertad condicional) y evalué los informes del Servicio Penitenciario", dijo el camarista, quien de esta manera dio a entender que si bien hoy ordenó la detención de Barreda, el lunes podría concederle la libertad condicional.

Barreda (74) fue condenado a prisión perpetua por asesinar, en noviembre de 1992, a su esposa, Gladys Mc Donald (57); su suegra, Elena Arreche (86); y a sus hijas Cecilia (26) y Adriana (24), en la casa en la que vivían, en el centro de La Plata.