El ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, salió ayer al cruce de declaraciones sobre las importaciones de gas formuladas por el diputado nacional Oscar Aguad y afirmó que "siempre que ellos (los radicales) gobernaron, hubo recesión económica y problemas con la energía por falta de planes”.
“La última vez que fueron gobierno se exportaba gas porque la industria estaba fundida, la desocupación era mayor al 25%, se le confiscaban los depósitos a los ahorristas y el PBI decrecía”, recordó De Vido en declaraciones a Télam.
Aguad había señalado que "(Néstor) Kirchner recibió un país exportador
de gas y que se autoabastecía de petróleo y nos va a entregar un país
que importa gas para un tercio de su población”.
El ministro
señaló que “al asumir en 2003 no encontramos ningún plan de exploración
de gas y petróleo, pero con la implementación de nuestro plan
energético la Argentina pudo crecer más de 60% y redujo la desocupación
a menos de 8%".
De Vido remarcó además que “con los hallazgos de
gas no convencional que anunció YPF en diciembre pasado, logramos un
aumento exponencial de las reservas".
De ese modo se sumarán, en principio, diez años de producción de la empresa y "la expectativa de que sea mucho más”.
El
titular de Planificación destacó que “estamos construyendo el Gasoducto
del Noreste, que permitirá que miles de argentinos de Formosa,
Corrientes, Chaco, Santiago del Estero, Misiones y Santa Fe puedan
acceder por primera vez al gas natural, después de décadas de
postergación”.
De Vido también desmintió versiones periodísticas
sobre la supuesta participación del empresario Claudio Cirigliano en el
convenio suscripto en Qatar para la compra de gas.
“Es
absolutamente falso, ya que se trata de un acuerdo firmado entre países
en el que el único importador y comercializador en la Argentina será
Enarsa”, sostuvo.
El ministro subrayó que “con este gas se le
dará a los inversores la certeza de que existirán alternativas de
abastecimiento que garanticen los volúmenes que la industria requiera
para seguir creciendo a tasas elevadas, minimizando riesgos”.
“Con
nuestra política energética se incorporaron más de 5 mil megavatios de
energía, interconectamos todo el país con 2.500 kilómetros de líneas de
alta tensión y se concluyeron dos emblemas de la desidia y el abandono,
como Yacyretá y Atucha II", agregó.
Mientras, el radicalismo
"sólo pueden mostrar fracasos como los cortes programados de energía y
la parálisis de la actividad nuclear en los 80; o la exportación de gas
a Chile, porque no había ninguna industria que lo demande la última vez
que gobernaron” concluyó De Vido.
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