El presidente Fernando Lugo desestimó ayer que el refugio político concedido en Paraguay al ex gobernador de Tarija, Bolivia, Mario Cossío, acusado de corrupción en su país, afecte las relaciones bilaterales.
El mandatario aseguró que el beneficio concedido a Cossío en Paraguay "fortalece nuestra democracia" y "no daña ningún tipo de relación que tenemos con Bolivia".
Afirmó que no conversó sobre el caso con su homólogo
boliviano, Evo Morales, pero que el canciller Héctor Lacognata
sí lo hizo con su par David Choquehuanca.
Por su parte, Cossío declaró hoy que se encuentra bien en
Paraguay, pero dijo estar preocupado por la seguridad de su
familia en Bolivia.
Con múltiples acusaciones por irregularidades en su gestión, Cossío sostiene, como otros imputados de corrupción, que el gobierno de Morales lo persigue políticamente.
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