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Shakira botinera

Los hechos, vistos ahora en perspectiva, parecen tomar sentido y apuntan hacia una sola pregunta: ¿Shakira y Piqué, el central del Barcelona, son “algo más que amigos”? A falta de una instantánea que saque a todo el mundo de dudas y confirme el romance, tras un comunicado de la diva anunciando su separación, la gestación y secuencia de la posible relación entre ambos cobra ahora toda su lógica.

Shakira y Antonio De la Rúa rompieron su relación el pasado agosto, tal y como aseguraba la propia colombiana en la nota colgada en su web que  dio la vuelta al mundo

 "Me encanta Barcelona", confesaba mientras bailaba dentro de una fuente de Pla de Palau y rodaba sin casco encima de una moto por la ciudad ante sus enloquecidos fans.

Entre los aficionados al fútbol existe “preocupación” porque temen que la supuesta relación amorosa afecte al rendimiento deportivo del defensa blaugrana como ya le ocurrió al anterior central del Barça Rafa Márquez cuando comenzó su romance con la modelo Jaydy Mitchell.

En los últimos meses, se rumoreó también que Shakira había comprado una casa en Bellaterra cuando visitó Barcelona nuevamente, ya a mediados de noviembre, para rodar el anuncio de Freixenet y para ofrecer su concierto en el Palau Sant Jordi. La noticia de su nueva residencia en el Vallès surgió, a pesar de que la cantante se alojaba junto a De la Rúa en el hotel W de la capital catalana. Entonces, ella negó tajantemente el rumor de su relación con Piqué en la presentación del spot. En esa rueda de prensa, en el que hablaba un catalán sospechosamente perfecto, manifestó sus ganas de cantar "Boig per tu" y esquivó la obligada pregunta sobre su relación con el futbolista con un “Hay un waka-rumor que se me waka-adjudica pero son gajes del waka-oficio”.

"Solo somos amigos", aseguró esta misma semana el futbolista al ser abordado ayer a preguntas en el aeropuerto de El Prat. Mientras tanto, ella guarda silencio.