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UNICEF lanzó en Chile campaña nacional contra la violencia

El Fondo de Naciones Unidas Para la Infancia (UNICEF) lanzó ayer una campaña en Chile que busca crear conciencia sobre el drama de la violencia física y psicológica en los hogares, que sufren tres de cada cuatro niños y niñas.

"Muchos de estos niños o niñas preferirían ser invisibles para que sus padres no los vean y así evitar agresiones físicas o sicológicas", alertó el representante del organismo, Gary Stahl, en la presentación de la campaña "Con violencia no se aprende. Ponte en su lugar".

Añadió que la iniciativa apunta a sensibilizar a los adultos para que se pongan en el lugar de los niños y niñas y que "por un minuto entiendan lo que ellos sienten frente a la violencia".

Según cifras de UNICEF, sólo 24,7 por ciento de los niños y niñas no sufre violencia en Chile. En cambio, 25,9 por ciento es víctima de violencia grave; 27,9 por ciento de violencia física "leve", y 21,4 por ciento de violencia sicológica.

La violencia física grave incluye golpizas, golpes con objetos o con armas blancas. Violencia física "leve" se considera cuando a los niños se les dan bofetadas, tirones de pelo o de orejas, zamarreos, patadas o mordiscos, mientras que por violencia sicológica se entiende gritarles, insultarlos, burlarse, amenazarlos con golpes y no hablarles por largos periodos.

La violencia sicológica es más frecuente en los sectores socioeconómicos altos (25 por ciento) y tiene menos incidencia en los más bajos (17,4). La violencia física es más elevada en los sectores más pobres (29) y es menor en los más ricos (18,9).

La especialista en maltrato y violencia de UNICEF, Soledad Larraín, dijo que el concepto de uso de la violencia como forma de "enseñanza" tiene una fuerte raigambre cultural en Chile y los padres insisten en considerar a sus hijos como su propiedad, por lo se creen habilitados para hacer lo que deseen.

En cuanto a la realidad de que hoy los padres se sienten también muchas veces "sobrepasados" por sus hijos, la campaña, precisó Larraín a ANSA, apunta a que los adultos fijen "normas claras, sanciones cuando corresponde y solucionar los problemas con diálogo y compromiso".