El gobierno de la presidenta Dilma Rousseff impulsará la aprobación en el Congreso de una Comisión de la Verdad, para esclarecer las muertes y desapariciones de la dictadura militar (1964-1985) pero "sin revanchismo" hacia las Fuerzas Armadas, anunció ayer la nueva ministra de Derechos Humanos de Brasil, Maria do Rosario.
"El Estado brasileño tiene que rescatar su dignidad en relación a los muertos y desaparecidos en la dictadura. Como dijo la presidenta Dilma, no se trata de revanchismo", expresó Rosario.
Brasil nunca juzgó a los responsables de los crímenes de la
dictadura militar, con 400 personas entre muertos y
desaparecidos, al amparo de la Ley de Amnistía de 1979.
Esta ley fue ratificada por el Supremo Tribunal Federal en
2010, ocasión en la que el abogado general del gobierno del
presidente Luiz Lula da Silva consideró que la amnistía fue
total e irrestricta, contrariando a los organismos de derechos
humanos.
La ley de 1979 impuesta por la dictadura permitió la apertura
política y el regreso de miles de exiliados.
Rousseff fue una de las víctimas de la dictadura, a la que
combatió en una organización de la resistencia armada. Fue
presa política durante casi tres años y torturada en prisión por
22 días seguidos.
Rosario, sin embargo, convocó a todas las instancias del Estado a cumplir los compromisos internacionales en derechos humanos asumidos como país.
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