El presidente de Brasil, Luiz Lula da Silva, tendrá una agenda recargada, con viajes internos de corte económico y social, en esta semana, la última de sus ocho años de mandato.
El lunes, el presidente Lula tendrá actividad en Brasilia, con reuniones con directivos de empresas constructoras, del estatal Banco do Brasil y firmará la creación de 31 escuelas técnicas federales, además de recibir al ex presidente mexicano, Vicente Fox.
El martes será un día cargado de simbolismo: el presidente viajará a su estado natal, Pernambuco, noreste, donde inaugurará proyectos sociales de saneamiento básico cerca de Recife y en el Puerto de Suape inaugurará la nueva unidad de la automotriz italiana Fiat.
Lula será homenajeado por un show musical en Recife, luego de lanzar el proyecto Centro Cultural Luiz Gonzaga.
El miércoles Lula viajará a Fortaleza, capital del estado nordestino de Ceará, para el lanzamiento de una refinería de Petrobras, tras lo cual se trasladará a Salvador, Bahía, para entregar unidades habitacionales.
El noreste, la región más pobre del país, es la que más creció durante el gobierno de Lula, impulsado por el crecimiento económico, la instalación de industrias y los planes sociales.
En sus ocho años de gobierno, dos mandatos, Lula estuvo 672 días en viajes internos por todos los estados de Brasil.
El 30 el presidente retoma su actividad en Brasilia y se despide del Palacio del Planalto, la sede del gobierno. El sábado próximo entregará la banda presidencial a su ahijada política, la ex jefa de ministros Dilma Rousseff, victoriosa en las elecciones presidenciales de octubre.
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