Una fecha propicia que invita a la reflexión. Sobre todo, después de los lamentables sucesos ocurridos hace algunas semanas en Villa Soldati que dejó, por lo menos tres muertos. Además demostró la xenofobia del gobierno de Mauricio Macri, quien paradójicamente tiene un padre italiano. De 1880 a 1914 los inmigrantes de nuestro país eran europeos, hoy son latinoamericanos.
A continuación ponemos a su disposición, para profundizar en el tema, un documental de Canal Encuentro llamado "La Gran Inmigracion Argentina Siglo XX"
Desde 1880 a 1914 se produce la gran inmigración europea, uno de los principales factores de cambio que dio lugar a la transición de Argentina tradicional a la moderna. No hubo otro período en el que la proporción de extranjeros en edad adulta haya sido tan significativo; por más de setenta años, el 60% de la población de la Capital Federal y casi el 30% en las provincias de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe, eran inmigrantes.
Así comenzaba la europeización del país y la modificación del carácter nacional, tan anhelados por la generación del ochenta, la elite política del momento, se tradujo en una política inmigratoria abierta. En ella se destacan personalidades de distinta edad y formación como Paul Groussac, Miguel Cané, Eduardo Wilde, Carlos Pellegrini, Luis Saenz Peña y Joaquín V. González.
Los hombres de esta generación se caracterizaron por heredar y compartir muchos de los pensamientos y aspiraciones de la generación del 37, como el de que sólo la clase letrada es la poseedora del derecho a conducir el país y la adhesión al pensamiento liberal.
Fueron discípulos del pensamiento de Juan Bautista Alberdi y Herbert Spencer. Para Juan B. Alberdi (1818-84), consolidada definitivamente la unidad del país, había que "civilizarlo", y los dos pilares básicos del desarrollo eran para éste y sus discípulos ideológicos, la mano de obra y el capital extranjero. Los hombres del 80 (como Roca), esencialmente políticos y no teóricos, hicieron suyos estos postulados que, prácticamente eran los que habían dominado los últimos veinte años.
Luego de 1880, comenzó la segunda etapa. A partir de aquí se buscó mano de obra para una producción agrícolo–ganadera masiva, pero pocos inmigrantes lograron ser propietarios. Ante el fracaso del plan de adjudicación de tierras en propiedad, el inmigrante se transformó en arrendatario o peón y buscó asilo en los centros urbanos. Así, las políticas de poblamiento fracasaron. Igualmente, al ser la inmigración mayoritariamente masculina, se ocupó de actividades rurales, favoreciendo el desarrollo de una economía agrícola que permitió que el país se convirtiera en el principal exportador de trigo en el mundo cuando, hasta 1870, la Argentina lo importaba.
Un fuerte cambio en la estructura social
El tipo argentino fue cambiando. La clase dominante, estaba compuesta por ganaderos, estancieros, comerciantes, abogados y políticos. Las clases medias iban fraguándose con la inmigración a través de su participación en la economía y en el proceso de aculturación modernizante. Las clases bajas, distribuidas a lo largo y a lo ancho de todo el territorio, recordaban la dualidad del país. Para gobernar la Argentina moderna fue preciso incorporar a los inmigrantes, sin resquebrajar la integridad nacional.
Entre 1902 y 1910, se operaron cambios en la estructura social, los que produjeron fuertes fisuras en el sistema político. La guerra en Europa alentaba la entrada de inmigrantes que buscaban nuevos lugares para su bienestar. La guerra del ´14 no sólo interrumpió el flujo inmigratorio, sino que también convocó a los nacionales beligerantes, lo cual explica el saldo inmigratorio negativo del período 1914–1918. Sin embargo, Argentina logró retener a los hijos de los extranjeros de las primeras olas, proclives tanto al ascenso social como a la participación política. Muchos de ellos habían obtenido títulos universitarios, los que sumados a la actividad de sindicalistas anarquistas, provocaron las tensiones que caracterizaron al país a principios de siglo.
Inmigrantes hoy en
Argentina
Una situación muy diferente a la de aquellos años. hoy en Argentina las colectividades peruana y boliviana son las más numerosas, seguida por la paraguaya. Algo particular ocurrió la semana pasada cuando en el Parque Indioamericano, ubicado en Soldati, Capital Federal, policías de la Federal junto con la Metropolitana mataron a, por lo menos, tres personas. La xenofobia del gobierno de Macri, cuyo padre nació en Roma, fue evidente. Sumada a la de ciertos sectores de las clases medias acomodadas de esa ciudad.
En Tucumán también hay xenofobia, cada vez menos, pero todavía se sigue discriminando a bolivianos. Es curioso semejante actitud teniendo en cuenta que nuestra modernidad se da gracias al fenómeno de la inmigración. Por eso, es fundamental que reflexionemos que significa ser inmigrante, como lo fueron nuestros abuelos, como hoy lo son muchos compatriotas, aunque hayan nacido en Bolivia, Perú o Paraguay.
Día Internacional del Migrante
En el 2000 la Asamblea General, teniendo en cuenta que existe un importante número de inmigrantes en el mundo, y que ese número continúa incrementándose, proclamó el Día Internacional del Migrante (resolución 55/93), que se celebra los 18 de diciembre en todo el mundo.
Sebastián Ganzburg
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