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AMPLIARMacri en su faceta represiva

Villa Soldati, una clara muestra del pensamiento liberal

Las imágenes de violencia, en el Parque Indoamericano, nos generaron una sensación de tierra de nadie, de vacío, de ausencia del Estado, que nos muestra con claridad hacia dónde conduce el abandono de políticas públicas de atención social, propias del pensamiento liberal.

Ante las similitudes con los hechos de diciembre de 2001, Macri debería imitar a de la Rúa y renunciar al Gobierno de la Ciudad.

La ejecución de sólo el veinte por ciento del presupuesto de 2010, del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, destinado a la construcción de viviendas sociales, y las irresponsables declaraciones electoralistas de su titular Mauricio Macri,  son las principales causas de los hechos de violencia que se desataron desde el jueves en el predio de Villa Soldati y que, al momento de escribir esta nota, ya dejaron un saldo de tres muertes.

En realidad, el gobierno de Mauricio Macri, en los últimos años, no construyó ninguna vivienda social. Durante el año 2010 solo se utilizaron alrededor de quince millones de pesos, de los más de setenta millones presupuestados, pero fueron destinados a la urbanización y aperturas  de calles en las villas 19 y 20, esta última a escasos 300 metros del Parque Indoamericano.

Fiel a su pensamiento liberal, el problema habitacional de los sectores más humildes no es un problema del que deba ocuparse el Estado, sino que debe resolverse con el esfuerzo, el empeño y la capacidad de ahorro de esos trabajadores, olvidando u omitiendo que la gran mayoría de esas familias de argentinos e inmigrantes que hoy acupan alrededor de 50 hectáreas de las 130 del parque, trabajan en condiciones de semiesclavitud en centenares de fábricas clandestinas que existen en la Capital Federal , con la complicidad o la “vista gorda” de muchos funcionarios macristas.

Desesperado por la amenaza de causas judiciales que lo inhabiliten, Macri pretende adelantar las elecciones en Buenos Aires  para el mes de marzo y, en ese contexto, realizó irresponsables, oportunistas y demagógicas declaraciones prometiendo títulos de propiedad para todos los asentamientos ilegales en tierras fiscales de Capital Federal, sin tener la menor idea de lo que estaba prometiendo.

No existen en el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires censos poblacionales de las villas de emergencia, tiempo de residencia de sus habitantes condiciones de sus viviendas, etcétera, que permitan tomar con seriedad esa promesa electoralista, tendiente a buscar el apoyo de los sectores más humildes.

Numerosas familias comparten una casilla o una pieza con otras familias. Existen inescrupulosos personajes –por lo general “punteros políticos”-  propietarios de casillas que alquilan, la mayoría de las veces a dos o tres familias que la comparten. Cabría aquí preguntarse si Mauricio Macri conoce estas situaciones. ¿A quién le entregará, en estos casos, los títulos de propiedad?

Es evidente que semejante improvisación, que tamaña irresponsabilidad del jefe del PRO es el disparador que motivó que casi dos mil familias, hasta hoy, parcelaran y se instalaran esperanzados en gran parte del predio del Parque Indoamericano, en Villa Soldati.

Luego de la individualización de un empleado de la Obra Social de la Ciudad de Buenos Aires y barra brava de Huracán haciendo disparos con un arma de fuego, casi no quedan dudas de las sospechas que dirigentes macristas, con la complicidad de la Policía Metropolitana que les facilitó el acceso,  estimularon a malvivientes que ni viven en villas de emergencia ni necesitan viviendas, para que tomen por asalto el barrio en construcción que ejecutan las Madres de Plaza de Mayo, frente el parque.  

Al igual que en diciembre de 2001, la manifiesta falta de idoneidad de los gobernantes, han generado hechos de violencia que terminaron con lamentables muertes.

Así como el ex presidente de la Rua , luego de los hechos del 19 y 20 de diciembre de 2001, reconoció su incapacidad y dio un paso al costado, de la misma manera, Mauricio Macri, debería presentar su renuncia indeclinable al cargo de Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y enfrentar los juicios que, por espionaje, se sustancian en los tribunales porteños.

Maximiliano Burckwardt